El Boletín Oficial de Castilla y León publica hoy la Orden por la que se convocan las ayudas para la compra de ganado bovino, ovino y caprino que tenga por objeto la reposición de reses como consecuencia de su sacrificio en aplicación de los programas sanitarios oficiales de enfermedades de los rumiantes. Esta Orden tiene como finalidad auxiliar la compra de animales que se van a reponer en una explotación que ha sido sometida a vaciado sanitario, es decir, que se ha visto obligada a sacrificar todos sus animales.

La dotación presupuestaria de esta ayuda es de 200.000 euros, un importe que se ha calculado en función de los animales sacrificados durante el año 2017 para que todos los ganaderos afectados puedan ser atendidos.

La orden de la Consejería de Agricultura y Ganadería recoge la reposición de los animales sacrificados en vaciados sanitarios en enfermedades objeto de campaña de saneamiento, como es el caso de la brucelosis bovina/ovina/caprina, la tuberculosis bovina y las encefalopatías espongiformes transmisibles, e incluye también otras enfermedades entre las que destaca la tuberculosis caprina.

Con esta ayuda se destina una partida económica para reponer los animales en las explotaciones que han realizado un vaciado sanitario y se pretende contribuir al sostenimiento de la ganadería en Castilla y León, ayudando al mantenimiento de aquellas explotaciones que han tenido problemas sanitarios.

Mejora en sanidad animal

En Castilla y León, los avances favorables en la lucha frente a estas enfermedades se han sustentado en la profesionalidad, seriedad y rigurosidad tanto del sector ganadero como de la Administración autonómica. Por todo ello, el estatus sanitario alcanzado por las explotaciones ganaderas de la Comunidad les permite acceder con ventaja a los mercados de animales vivos y sus productos.

En el último año, este esfuerzo se ha consolidado. Así, en el caso de la brucelosis bovina, la Unión Europea ha declarado las provincias de Burgos, Soria, Valladolid y Zamora como oficialmente libres.

Respecto a la tuberculosis bovina, el avance es paulatino y constante. La prevalencia -número de explotaciones positivas sobre el total de explotaciones saneadas- se cifró en 2017 en el 1,63 %. En solo cuatro años, la prevalencia se ha reducido en el 43 %. Estos datos suponen una consolidación del estatus sanitario autonómico, lo cual sitúa en ventaja competitiva a los ganaderos de bovino castellanos y leoneses frente a los de otras comunidades.