El portavoz jefe de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, intervino por videoconferencia en la jornada celebrada ayer en la Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León para renovar el compromiso de la institución euroepa con la nueva Política Agraria Común (PAC) para que siga siendo "una de las políticas más exitosas" a nivel comunitario. Pero para poder adaptarla a los "nuevos desafíos" a los que va a tener que hacer frente y alcanzar "un impacto mayor donde haga falta", tendrá que contar con la responsabilidad de los países miembros, sin que estos recurran "a quimeras o ideales". Schinas reconoció que la Comisión Europea "no presenta respuestas definitivas" aunque sí "ideas, opciones y alternativas", si bien la decisión final tendrá que ser fruto "del trabajo conjunto de quienes están sobre el terreno".

Schinas incidió en la importancia de que la nueva PAC sea "lo suficientemente flexible" para adaptarse a las diferentes regiones europeas, así como a los distintos sistemas de producción y condiciones climáticas. Así se podrá hacer frente a los grandes retos como el cambio climático, el aprovechamiento de las nuevas tecnologías o el desafío del relevo generacional. El portavoz puso de relieve que lo que los agricultores esperan de la nueva PAC "no es lo mismo" en los diferentes países, de ahí que Europa tenga que asumir "una actuación directa" en los grandes asuntos de mayor impacto, pero un papel "más modesto" en aquellos países que tengan capacidad para actuar de una manera más eficiente. "Hay que dar mayor papel a los países y regiones para que decidan dónde debe haber más intervención de esta PAC".

Sin embargo, y a pesar de este planteamiento, el portavoz jefe de la CE incidió en que no se trata de nacionalizar la PAC, que garantizó que continuará siendo "una política europea y común", aunque apostilló que se fijarán objetivos de manera conjunta para que luego sea cada país quien desarrolle y presente un plan sobre el aprovechamiento de los beneficios de la PAC y la mejor manera de alcanzar los objetivos comunes en cada país "según sus características y necesidades".

De cualquier manera, Schinas reconoció que la posibilidad de alcanzar estas metas estarán vinculadas "a los fondos que los Estados miembro pongan a disposición del ciclo presupuestario" que se ha visto afectado por la salida del Reino Unido de la Unión Europea. "Son los Estados miembro quienes tienen que ponerse de acuerdo sobre el nivel de ambición que quieren ver en la Unión Europea", recalcó. De hecho, Schinas cifró en 400.000 millones de euros los que se destinan a día de hoy a la PAC, es decir, casi un 37% del presupuesto comunitario, pero advirtió de que mantener ese nivel de gasto permitiría "continuar o aumentar el apoyo a explotaciones agrícolas pequeñas y medianas produciendo un efecto cascada que beneficie a las zonas rurales". Por el contrario, si se decidiera reducir la contribución al presupuesto, podría hablarse de caídas de entre el diez y el 15% en el ingreso medio de algunos agricultores. "Todas las políticas tendrán que hacer un esfuerzo presupuestario en el futuro y nos oponemos a hacer recortes brutales en sectores como la cohesión y la PAC", recalcó.

La PAC, según Schinas, tendrá unos objetivos comunes de particular relevancia para Comunidades como Castilla y León como el liderazgo de la transición hacia una agricultura más sostenible; la agricultura es un sector vulnerable al cambio climático y los profesionales son gestores directos de los recursos naturales y del medio ambiente, además de que este sector está llamado a situarse "en primera fila" en la lucha contra el cambio climático mundial. "El principio fundamental será el de orientar a la PAC a estimular inversiones y prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente", ratificó.

Otra de las preocupaciones a las que tiene que hacer frente el sector es el cambio generacional en el mundo agrícola, que tendrá que presentarse como "una prioridad inmediata".