El precio de la leche de vaca repunta ligeramente en Castilla y León, pero la sangría de profesionales del sector no para y puede dispararse por el incremento del precio de los forrajes para alimentar al ganado por la persistente sequía.

El último informe del Fondo de Garantía Agraria (Fega) refleja que el importe medio declarado por litro en la Comunidad lleva dos meses de repuntes, pero Castilla y León ha visto desaparecer 58 ganaderos entre enero y septiembre, hasta los 1.185 profesionales en el noveno mes del año.

En concreto, el Fega precisa que el precio del blanco y nutritivo líquido subió desde los 0,310 euros de julio a los 0,315 en agosto y se situó al cierre de septiembre en 0,322 euros, el mayor nivel del ejercicio. Sin embargo, este dato está aún lejos del pico máximo alcanzado desde la desaparición de las cuotas en abril de 2015, que se produjo en diciembre de 2016 cuando se pagó de media el litro a 0,336 euros. La desaparición de la intervención de la UE en el sector, que movilizó a sus profesionales en una "Marcha Blanca" sin precedentes en 2015, marcó un punto de declive que se ha cobrado ya casi 200 bajas en Castilla y León.

La ganadera abulense y responsable de este sector en UCCL, Adoración Martín, destacó que con el precio actual en una situación de bajos costes de los insumos podría "rozar" desde abajo los costes de producción, pero en un contexto de "atroz sequía" los forrajes para alimentar al ganado se están disparando, y necesitarían cobrar el litro a 0,34 o 0,35 euros para mantener el tipo.

Así, lamentó que la leche ha subido "poquito" y en niveles que "en nada son suficientes" para sostener las explotaciones. La responsable agraria aseguró que desde el sector productor no pueden hacer nada para que suban los precios, porque han elevado su producción en explotaciones "muy bien dimensionadas gracias a un esfuerzo inversor grande".

Así, defendió que la solución está en manos de la industria, que "sólo se dedica a la leche líquida" y no apuesta, dijo, por productos de mayor valor añadido, como el yogur, la mantequilla o el queso. "Como no se esfuerza en estos derivados, llegan de fuera y nos comen nuestra cuota". Asimismo, lamentó que la industria se limite a "hacer caja, porque con el precio de la mantequilla paga la leche" y no repercute sus beneficios en el productor.

En este sentido, recordó que los contratos del paquete lácteo juegan hoy por hoy contra el ganadero, porque aunque está repuntando el precio, no caducan hasta marzo de 2018, porque lo que "deberán aguantar los precios bajos que firmaron, porque la industria no quiere ni oír hablar de su revisión".

Adoración Martín arremetió contra las medidas adoptadas desde el ministerio que dirige la vallisoletana Isabel García Tejerina y constató que el acuerdo que se suscribió el 23 de septiembre de 2015 "no ha servido para nada". "Es papel mojado y nos sentimos decepcionados y traicionados", dijo, para denunciar que el ministerio del ramo "cree que está haciendo algo, pero nunca se ha tomado el serio la verdadera problemática del sector, que no hay un precio que cubra el coste de producción".