El girasol está resultando ser uno de los cultivos más rentables este año. Muchos agricultores apostaron por esta planta herbácea en el mes de junio, tras comprobar el resultado desastroso a causa de la sequía en todas las plantaciones de cereal de invierno y las restricciones impuestas al regadío por la Confederación Hidrográfica del Duero, "y acertaron", reconocía ayer el presidente provincial de COAG, Lorenzo Rivera. Las lluvias de primeros de julio favorecieron el brote y la tormenta de finales de agosto el crecimiento de esta planta, de la que se esperan unos rendimientos medios de entre 800 y 1.000 kilogramos por hectárea de secano, aunque en algunas zonas se podrán cosechar hasta 1.500 kilogramos por hectárea, según las estimaciones del sindicato agrario. El rendimiento en regadío para este cultivo es muy superior, a pesar de las restricciones.

Las previsiones para los agricultores que han trabajado la remolacha son "normales", con unos rendimientos medios de 110 toneladas por hectárea.

El viñedo, sin embargo, sí se ha visto castigado por las heladas de abril y la falta de agua, con pérdidas de hasta un 50%.