Con aproximadamente un mes de antelación respecto a pasadas campañas, la vendimia en la Denominación de Origen Toro comenzó, oficialmente, el pasado jueves y las cinco bodegas que ya han abierto sus puertas han recepcionado unos 55.000 kilos de uva de las variedades autorizadas para la elaboración de vinos amparados por el sello de calidad. No obstante, de las industrias bodegueras que han comunicado su apertura, en su mayoría han iniciado la campaña de vendimia con la recolección de variedades de uva blancas no autorizadas en la Denominación de Origen Toro como moscatel o albillo con las que, principalmente, se elaboran vinos dulces. Sin embargo, otra de las bodegas que ya ha comunicado al Consejo Regulador el inicio de la campaña de recolección, "Maurodos" ha recepcionado ya las primeras uvas de variedades de uva tinta, después de constatar que el estado de madurez es óptimo y que la relación entre grado alcohólico y acidez arroja parámetros idóneos para la recogida del fruto. De hecho, los controles realizados por técnicos del órgano vinícola en determinadas parcelas confirman que el fruto, en muchos casos, ya puede ser recolectado, lo que viene a confirmar las previsiones realizadas hace semanas respecto al posible adelanto de la campaña de vendimia. Aunque al menos cinco bodegas ya han abierto sus puertas para iniciar la recepción del fruto, el Consejo Regulador apuntó que otros industrias que tenían previsto iniciar esta semana la campaña, finalmente han comunicado que posponen su apertura por las lluvias registradas en las últimas horas y que no han afectado por igual a los diferentes municipios de la Denominación de Origen.

Por otra parte, el órgano vinícola toresano confirmó que el estado sanitario del fruto es "óptimo" y que las precipitaciones de los últimos dos días favorecen al viñedo, ya que las vides presentaban un "cierto estrés", como consecuencia de la persistente sequía y de las elevadas temperaturas registradas durante el verano. No obstante, advirtió de que, si se registran nuevas y persistentes lluvias, la humedad acumulada podría provocar la aparición de enfermedades en el viñedo como la botrytis. Del mismo modo, espera que las tormentas de las últimas horas no descarguen granizo que podría perjudicar a los viñedos y al fruto.

En cuanto a la cosecha de uva que, este año, se espera recoger en la Denominación de Origen Toro las previsiones apuntan a una merma de la producción provocada, fundamentalmente, por la sequía del invierno y una primavera calurosa que aceleraron la floración, a lo que hay que sumar las elevadas temperaturas de julio y agosto que han propiciado que la uva no tenga un tamaño tan grande como en anteriores campañas de vendimia, lo que afectará a la cantidad de kilos recolectados por los viticultores y las bodegas de la zona. El Consejo Regulador controlará este año la entrada de uva en las 63 bodegas inscritas en el registro y la producción de uva repartida en unas 5.500 hectáreas propiedad de varias industrias vinícolas y de más de un millar de viticultores.

La Denominación de Origen Toro alcanzó el pasado año un récord de producción, al superar los 23 millones de kilos de uva, un 29,65% más que en 2015. Del total del fruto entregado el pasado año en los lagares de las bodegas de la zona, el 92% se correspondió con uvas de la variedad autóctona tinta de Toro.