La Consejería de Fomento y Medio Ambiente indemnizará a los ganaderos perjudicados por la acción del lobo o de perros asilvestrados al norte del Duero con un máximo de 300 euros en el caso del ganado ovino y caprino, de 440 euros para el equino y hasta 770 euros por el vacuno. Estas ayudas están destinadas a paliar los daños producidos por los predadores y a compensar el lucro cesante y los daños indirectos.

La Junta de Castilla y León publicaba ayer en el Boletín Oficial de la Comunidad la orden de la Consejería que reserva para este fin una partida de 80.000 euros con cargo a la aplicación presupuestaria e importe de los Presupuestos Generales de Castilla y León para el año 2016, prorrogados por decreto.

Para poder ser beneficiario de estas ayudas es necesario que el ganadero tenga suscrita una póliza del Plan Nacional de Seguros Agrarios en el momento en el que se produzcan los daños, y que se encuentre al corriente del cumplimiento de sus obligaciones tributarias y frente a la Seguridad Social. Además, deberán estar inscritos en el Registro de Explotaciones Agrarias y cumplir los programas de control, vigilancia y erradicación de enfermedades. Los ganaderos deberán comunicar el siniestro al Servicio Territorial de Medio Ambiente en un plazo máximo de 48 horas.

La orden incluye una serie de tablas que profundizan en la topología de carne o leche y la edad de los animales muertos para determinar la cantidad que percibirán los ganaderos damnificados por cada animal muerto. En el caso del ovino, el de aptitud de carne se valora a 120 euros, el de leche a 140 euros y si mueren más de diez ovejas de aptitud lechera, a 150 por cabeza. Cada ejemplar de raza Ojalada o Castellana Negra se valora a 175 euros y los carneros de más de tres años a 300 euros. Los corderos de menos de 180 días valen 75 euros, según la Administración, y el de desvieje, de más de siete años, a un máximo de 30 euros por cabeza, dado que se considera que ha llegado al final de su vida productiva y no genera lucro cesante.