Innovar es también apostar por nuevos nichos de mercado y decantarse por nuevos cultivos que surgen como alternativa a los tradicionales y que los números demuestran que pueden dar lugar a una mayor rentabilidad o un mejor manejo de las explotaciones agropecuarias. Existen cultivos que, bien sea por el fomento desde las Administraciones a través de subvenciones y ayudas, o bien sea por la mayor demanda, tienen ciclos de expansión. Eso ocurrió por ejemplo, hace algunas décadas con el lino, que durante unos años contó con ayudas europeas preferentes, y eso pasa actualmente con el cultivo de la colza, que se ha extendido, especialmente en la última campaña, en terrenos de cultivo de toda la geografía provincial ante la mejora de sus perspectivas económicas de producción.

Un caso especialmente significativo de la introducción de nuevos cultivos en la provincia es el de las plantaciones de árboles de pistacho, un fruto seco de alto valor que encuentra su único inconveniente en que para que comience a dar producción tienen que pasar cuatro o cinco campañas en las que no se obtiene rentabilidad económica. Sin embargo, a medio y largo plazo las perspectivas son muy buenas y prueba de ello es que el pistachero se ha desarrollado ya, especialmente en la comarca de Toro. Este árbol constituye una alternativa que se adapta bien a la climatología de la provincia. Su alta rentabilidad y fácil manejo hacen que se haya extendido en la provincia, especialmente en la comarca de Toro. Además, se trata de un cultivo que permite con facilidad que se pueda producir en ecológico, lo que le dota de un valor añadido más a la hora de su comercialización.

En el caso de la producción agraria ecológica en general, la provincia de Zamora cuenta con la ventaja de que el desarrollo de este modelo de producción cuenta con años de experiencia e implantación, lo que ha hecho que la provincia lidere en Castilla y León la agricultura ecológica. Además, muchos terrenos en la provincia, en comparación con los de otros territorios, han sufrido en menor medida la contaminación de los suelos y eso siempre es una ventaja a la hora de iniciar la producción ecológica. Aunque en muchos casos este tipo de cultivos se asocien a la vuelta al pasado, lo cierto es que la producción ecológica, aunque comparta con la que se hacía hace décadas el respeto por la naturaleza y la ausencia de utilización de fitosanitarios y productos de síntesis, tiene también mucho de innovación y de ciencia.

Sólo de esa forma se ha logrado modificar los procesos productivos con éxito y combatir plagas con técnicas naturales como la introducción de otras especies que acaban con ellas.

El sistema agrario y ganadero ecológico está basado enmuchas ocasiones en conocimientos científicos y en la aplicación de la innovación a la hora de abordar la problemática del cultivo que en las explotaciones convencionales puede tratarse con la utilización de productos que resultan más dañinos para el medio ambiente.