Ir en coche por gran parte de la meseta ibérica es, en parte, pasear entre campos de cereales. Por ejemplo, sólo en Castilla y León se concentra el 21 % de las tierras de cultivo de toda España. La mayoría se dedican a los llamados cultivos herbáceos: cereales, forraje?

Pero este paisaje ha cambiado desde la entrada de España en la Unión Europea: ha habido modificaciones de los usos de la tierra, la política agraria de la región se ha ido adaptando a la Política Agrícola Común (PAC) y sus sucesivas reformas; la agricultura se ha vuelto más extensiva y respetuosa con el medio ambiente, y se han mejorado sus estructuras productivas potenciando los productos de calidad para competir con los productos estrella de los mercados europeos y mundiales.

En Castilla y León, el sector agrario supone un 7% del empleo de la región -en el conjunto de España supone un 4%-. El rendimiento de este sector, muy expuesto al clima, varía de un año a otro según las precipitaciones y las temperaturas, pero existen unos cultivos estratégicos dentro de la agricultura de la Comunidad, reflejados dentro del marco ´Agrohorizonte 2020´, que se están potenciando especialmente: remolacha, hortofrutícolas, patatas, cultivos herbáceos de alto valor como trigos de calidad y alta fuerza, colza, girasol alto oleico y guisantes proteicos, y uva para vino.

Los nuevos cultivos

La decisión de introducir nuevos cultivos en una explotación agraria puede deberse a la necesidad de romper el ciclo de determinadas plagas, mejorar las propiedades del suelo (sobre todo en cultivos de barbecho), o cumplir las directivas de la PAC. También puede venir motivada por la necesidad de ahorrar costes o por un mayor rendimiento económico.

Pero existen unos condicionantes que hay que tener en cuenta antes de animarse a introducir nuevos cultivos en una explotación agraria. Por una parte, el clima, uno de los principales limitantes a la hora de encontrar nuevos cultivos. El clima de Zamora se caracteriza por tener inviernos fríos y veranos calurosos, con escasa lluvia concentrada en primavera y otoño, y grandes nieblas en invierno.

Otro de los grandes condicionantes al plantear nuevos cultivos es la maquinaria disponible. Debe procurarse que el nuevo cultivo precise de unas herramientas parecidas a las ya disponibles, o que la inversión en maquinaria nueva vaya a ser rentable.

El punto clave a tener en cuenta es el margen y la disponibilidad de compradores en la zona donde se cosecha. Es conveniente tener la mercancía vendida prácticamente desde antes de plantar, para evitar la sorpresa de no tener con quién comercializar y generar un stock innnecesario

Cultivos tradicionales en Zamora

Castilla y León es una de las referencias en cultivo de cereales en España. El 45% de la producción de trigo español se concentra en la región, además del 74% del centeno y el 36% de la cebada.

Si nos fijamos en los cultivos industriales, la remolacha azucarera cultivada en la región representa el 70% de la producción española, mientras que el girasol castellano supone el 40% del total. Castilla y León también destaca en su producción de hortalizas, especialmente zanahorias, cebolla, puerro y patata.

En Zamora, los cultivos han sido tradicionalmente de secano, incidiendo especialmente en el cultivo de cereales. Sin embargo, gracias a la introducción de los canales de riego, se han podido introducir cultivos de regadío extensivos que han diversificado la producción y que, también, han dado pie a una agricultura de carácter más ecológico.

Nuevos cultivos, nuevas oportunidades

En el campo español ha habido un repunte de cultivos diferentes a los que habitualmente acostumbrábamos a observar en nuestros terrenos, dedicados en gran parte al cereal. Así, entre los nuevos cultivos que se han abierto paso en nuestras tierras, y concretamente en la zona castellanoleonense, destaca la colza.

Cuando escuchamos ´colza´, temblamos, y no es para menos: es España tiene una mala imagen que no se comparte en el resto de Europa debido a la gran intoxicación por aceite de colza sufrida en España en 1981. Esta tragedia desterró su consumo del imaginario español. Sin embargo, recientes estudios muestran que el aceite de colza es uno de los más saludables, rico en omega-3 y bajo en ácidos grasos saturados. Es el tercer aceite vegetal más consumido en el mundo: fuera de España se puede comprar para usarlo en casa, y en Alemania es el principal aceite de uso alimentario utilizado para la cocina y la fabricación de comida. El cultivo de la planta de la que se extrae es una interesante oportunidad para diversificar una explotación agrícola.

Otro de los cultivos con demanda creciente es el pistacho, un fruto seco que proviene del árbol pistachero. El cultivo del pistacho se introdujo en España durante la época romana, pero tras la época de la Reconquista se fue eliminando en beneficio de otro tipo de cultivos.

Actualmente, el cultivo del pistacho se está recuperando gracias a su alta rentabilidad económica. El pistacho es uno de los frutos secos de moda en el mundo por sus beneficios para la salud. Las expectativas para este cultivo son muy buenas, ya que pocos países lo producen y la demanda es creciente, y la zona zamorana tiene el clima adecuado para una buena producción.

La almendra también goza de buenas perspectivas económicas. Las nuevas tendencias de consumo de leches vegetales han disparado el precio de la materia prima, siendo la leche de almendra una de las más consumidas. También es un cultivo muy demandado por sus usos en repostería. El mayor peligro de los cultivos de almendro en la zona zamorana radica en el frío, pero el cambio climático está suavizando los inviernos y, a no ser que ocurran grandes heladas posteriores a la época de mayor frío, el cultivo de la almendra no tiene grandes problemas con el clima de Zamora.

Otros cultivos que también están en auge en Castilla y León son el hinojo, la lavanda o el ciprés, que tienen sobre todo demanda en el mercado de la perfumería y son muy apreciados en otros países europeos. Sin embargo, la implantación de nuevos cultivos debe venir respaldada por las administraciones, ya que el agricultor no puede asumir las pérdidas de una experimentación en la que el cultivo no sea rentable. Cultivos como la quinoa, el sorjo y el mijo son actualmente algunos de los nuevos frentes abiertos de cara a diversificar la oferta de la agricultura de la zona.