La Alianza UPA-CAOG cuantifica en 97 millones de euros las pérdidas de este año en la agricultura y la ganadería de la provincia. Los cereales y el maíz (con reducciones conjuntas de 60 millones de euros en la producción) y el vacuno y ovino de leche (24 millones) han sido los sectores más azotados del campo zamorano, que ha sufrido las consecuencias "de los bajos precios percibidos en la mayor parte de los productos, los abusos de la industria y la distribución, y en consecuencia la inacción de la ley de Medidas para Mejorar el Funcionamiento de la Cadena Alimentaria aprobada por el Gobierno central que sigue sin garantizar justicia ni equilibrio en los mercados" denuncia la organización agraria.

La caída de la rentabilidad agraria tiene su fiel reflejo en el descenso de los agricultores a título principal (ATP). El 30 de noviembre había 5.237, casi 1.500 menos que hace una década cuando se cuantificaban 1.369 cotizantes. "Solamente en el último año se han perdido en nuestra provincia casi un centenar de ATPs".

La Alianza constata que la evolución de los precios en origen en los últimos diez años "está cada vez más distanciada del precio en destino por los alimentos". De tal manera que el consumidor paga "cada vez más por productos que los agricultores han cobrado en el 2016 a precios de hace 20 años".

El aumento de la producción de cereales de invierno -cifrado en 650.000 toneladas respecto a campañas precedentes- no ha repercutido en un aumento de la rentabilidad por la "drástica" caída en los precios de venta de los cereales "en aproximadamente un 40% respecto a 2012".

En cuanto a la remolacha, la noticia más negativa para el sector ha llegado al final de año con el impuesto a las bebidas azucaradas, anunciado por el Gobierno central, "con el consiguiente perjuicio que ello tendrá en el sector productor".

La Alianza UPA-COAG denuncia que la pérdida de rentabilidad tiene su origen en el "desmantelamiento de los instrumentos de regulación de los mercados y de la preferencia comunitaria, que favorece el acceso a nuestros mercados de productos de terceros países con unos estándares de calidad y seguridad alimentaria muy poco exigentes, además de unas condiciones medioambientales y sociolaborales muy precarias basadas en la especulación y la competencia desleal".

Otro factor que ha influido en la pérdida de rentabilidad es, según el balance de la Alianza, la desaparición de las cuotas lácteas que "sigue originando un serio perjuicio a los ganaderos puesto que aumentan los excedentes de producción de leche en centroeuropa, con la consiguiente caída de precios en origen y el cierre de explotaciones". El mínimo repunte de cotizaciones a lo largo de este mes en el vacuno de leche "no ha supuesto avance significativo alguno, puesto que el precio final de 30 céntimos/litro sigue sin cubrir los costes de producción".

La Alianza denuncia el incremento "especulativo" de los insumos, con especial incidencia en la energía, los fertilizantes y las semillas.

Otro problema en el que incide el sindicato en el final del año son los daños provocados por la fauna salvaje sobre "miles de hectáreas", por lo que se insiste en pedir una "solución al problema que origina la proliferación de ciervos, corzos y jabalíes por toda Castilla y León, con los problemas añadidos de saneamiento ganadero que generan".

A todo ello se añaden los accidentes de tráfico provocados por la invasión de la fauna en las carreteras, con "casi 700 siniestros en 2015, es decir 2 al día", y especial incidencia en las carreteras N-631 y N-525 y N-122, "en las que se concentran casi el 50% de los accidentes".

La organización agraria denuncia también la "expansión incontrolada de lobos", con "más ataque que nunca". Al menos se ha conseguido una avance en la sentencia ganada por la Alianza, consiguiendo que la indemnización por los daños se cobre en apenas 15 días desde el ataque. "Sin embargo, el problema sigue muy latente con cada vez más lobos y más daños a las explotaciones ganaderas".