Consumir producto nacional. Es la premisa que ha movido a GIU (Ganaderos Ibéricos Unidos) a levantar la voz para apelar a la conciencia del consumidor, más en las vísperas de Navidad cuando se dispara el consumo de lechazo. GIU, una asociación de ganaderos constituida recientemente con representación en Castilla y León, y en Zamora, precisa que la "importación masiva de carne de otros países es totalmente legítima, lo que no es aceptable es la confusión ni el engaño encubierto. No es lo mismo un lechazo criado con la leche de su madre, que un lechazo criado con leche artificial. No es lo mismo una raza de aptitud cárnica, que una raza lechera".

Denuncian que "las grandes distribuidoras cárnicas, siempre con el consentimiento de las administraciones, han enterrado la ética y la profesionalidad". Por ello, desde Ganaderos Ibéricos Unidos, como lo han hecho desde otras asociaciones, se reclama a la administración "una ley de trazabilidad clara, con la que identificar el origen del lechazo que consumimos. No sirve de nada hacer lechazos de calidad con nuestras razas, si al lechazo importado y criado con leches artificiales, por el hecho de ser sacrificado en un matadero español, le adjudican dicha calidad".

No vivir de limosnas

Esta asociación rechaza las críticas que reciben el sector de "llorones"; "es una mentira repetida. No queremos vivir de limosnas, queremos unos precios justos en nuestros productos".

GIU denuncia que los ganaderos "competimos en desigualdad con nuestros vecinos franceses; allí sus dirigentes hacen leyes para garantizar que todo aquel que trabaja y produce cobre unos precios dignos por sus productos. No pierden el tiempo en discutir quién quiere más una bandera u otra, sino que se preocupan de sus ganaderos y su código moral les hace apoyar sus productores".

Pese a la difícil situación a la que se enfrentan los ganaderos, desde GIU se aprecian "brotes verdes" de colectivos "que empiezan a darse cuenta de nuestra labor pero para dignificarla aparte del reconocimiento social tenemos que estar amparados por nuestros gobernantes y legisladores, que actualmente con la política que están aplicando son nuestros verdugos".

GIU apela a los consumidores para que exijan "una trazabilidad clara en los productos, que rechacen aquellos que no contengan el origen de los mismos, que sepan que necesitamos el apoyo de todos, que los pastores y ganaderos somos los guardianes del territorio, que a costa de nuestro trabajo se enriquecen intermediarios y especuladores".

Y recuerdan que el consumo de carne producida en España contribuye a mantener los montes para evitar incendios, a conservar la fauna salvaje y a fijar población en el medio rural.