La organización profesional agraria Asaja de Castilla y León denunció ayer que casi la mitad de los lechazos que se sacrifican en mataderos de la Comunidad en época navideña, 130.000 de 300.000, son animales que llegan vivos de Francia, lo que considera como un "engaño" a los consumidores.

El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, ha considerado que esta práctica es "un engaño" a los consumidores, que creen que compran lechazo criado en Castilla y León cuando en realidad lo que compran es una pieza únicamente sacrificada en esta Comunidad, sin conocer su origen, lo que en su opinión perjudica a los ganaderos porque provoca bajada de precios.

"Lo que traen de Francia son animales de razas de oveja para leche que en su país son un subproducto y aquí se venden como si fueran de primera calidad", explicó Dujo.

Ha insistido en que esta comercialización no se produce de forma inversa porque en otros países europeos los distribuidores comercializan productos nacionales y las etiquetas identifican claramente la procedencia, como en su opinión debería ocurrir en España.

Una de las consecuencias es que los lechazos de Castilla y León cada vez son más baratos y en la época navideña, cuando su precio es más elevado, han pasado de pagarse al productor a 6,20 euros por kilo en 2014 a 5,10 euros este año, que es poco más que el coste de producción.

Además, en cuanto pasan las Navidades el precio cae a los 3 o 4 euros, ya claramente por debajo del precio de coste, con el consiguiente problema para los ganaderos.