La organización agraria JARC-COAG ha denunciado hoy que los bajos precios de la carne de cerdo en origen no se están trasladando al precio de venta al público (PVP) y que el diferencial entre la granja y la mesa, que ha llegado al 450 %, es el más alto de los últimos dos años.

Según la organización, de enero de 2014 a diciembre de 2015 los precios que se pagan al ganadero han caído un 25 %, mientras que al consumidor apenas se le ha reducido un ligero 1 %.

"Resulta lamentable que la industria transformadora y las cadenas de distribución engorden sus márgenes mientras que una explotación tipo pierde 4.500 euros cada mes porque desde hace más de 12 semanas los precios pagados al ganadero no cubren ni siquiera los costes de producción", lamenta el jefe sectorial del porcino de JARC-COAG, Jaume Bernis.

Los datos de la Llotja de Mercolleida (la lonja de referencia a nivel estatal) confirman la tendencia observada en el Índice de Precios Origen-Destino de los alimentos (IPOD).

En 2016, el precio medio del cerdo vivo se sitúa en 0,95 euros/kg (coste de producción 1,12 euros/kg), frente a un precio medio de 1,13 euros/kg en 2015, 1,27 euros/kg en 2014 y 1,37 euros/kg en 2013.

De estas cotizaciones, hay que restar los eventuales descuentos practicados por los mataderos, que rondan en torno a 0,03-0,06 euros/kg vivo.

Ante esta situación, desde JARC-COAG se pide al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente (Magrama) que actúe y penalice las prácticas comerciales abusivas por parte de la industria y las cadenas de distribución.

Asimismo, se solicita un esfuerzo a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) para aumentar sus inspecciones en este sector.

Además, JARC-COAG pide al Magrama reforzar las negociaciones bilaterales con Rusia para procurar una apertura de su mercado y levantar el embargo político a las importaciones agroalimentarias de la UE.