Las obras de modernización del regadío en el canal Toro-Zamora, en el que el Gobierno central ha invertido 35 millones para transformar más de 7.000 hectáreas, "garantizan el asentamiento de los agricultores en el territorio y una mayor rentabilidad del sector en su actividad económica". La ministra de Agricultura, que se trasladó también a Coreses para conocer las obras, incidió en la entrega de alrededor de 4.400 hectáreas transformadas en regadío que se suman a las 3.000 ya convertidas, lo que avala "un abastecimiento moderno para los cultivos". En cuanto a las nuevas tarifas eléctricas que perjudicaban a los regantes por los términos de contratación de potencia, "ha quedado más que compensado con la bajada de impuesto para el sector", con una reducción fiscal del 85% que "subsana con creces la nueva medida", añadió. Aunque el Gobierno buscaba "un contrato específico para los regantes, no cabía esa posibilidad y lo arreglamos con esta modificación del impuesto especial de electricidad, además de rebajar los módulos".