Las labores de siembra de remolacha concluirán esta semana y, en principio, se cubrirán las primeras previsiones realizadas por la Azucarera de Toro que apuntan a que, en la zona, unas 8.500 hectáreas se reservarán a este cultivo. Así lo confirmó ayer el responsable del sector remolachero de la Alianza UPA-COAG, Fernando García, quien destacó que, a lo largo de esta semana, finalizará la siembra que, por el momento, se ha desarrollado sin problemas por las favorables condiciones meteorológicas y la ausencia de lluvias. En principio, como apuntó García, se cubrirán las expectativas realizadas por la industria que había estimado que en la zona de Toro unas 8.500 hectáreas se destinarían a este cultivo, 500 hectáreas más que el pasado año. En este punto, destacó que, en principio y como la industria podrá cubrir la cuota para la próxima campaña en Toro, se reducirá el cultivo directo de remolacha por parte de Azucarera en terrenos arrendados.

Además, García resaltó que los remolacheros han podido realizar la siembra "con normalidad" aunque será necesario esperar para comprobar si las heladas registradas al inicio de la sementera han ocasionado daños en las primeras plantas que fueron cultivadas. No obstante, restó importancia a estos posibles daños porque los cultivadores todavía tendrían tiempo para poder sembrar de nuevo sus parcelas con remolacha. Por otra parte García destacó que el ligero incremento en la superficie destinada al cultivo de remolacha podría estar relacionado con la reciente firma del Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) del sector para el periodo 2015-2020 y que garantiza una mayor estabilidad del cultivo, aunque también regula las ayudas que percibirán los remolacheros.

Además, este acuerdo ha permitido crear un escenario estable para los cultivadores ante el reto del 2017 en el que desaparecerá el sistema de cuotas de producción de azúcar. Tras la firma de este acuerdo que contempla distintas ayudas al sector, el precio de la remolacha oscilará entre los 40 y los 42 euros por tonelada y que podrá incrementarse en función del precio del azúcar.

El nuevo AMI marca además el inicio de un periodo en el que tendrán que acometerse mejoras, tanto en el campo como en las fábricas de la industria, para construir un sector fuerte y competitivo en el nuevo marco del mercado europeo.