La ausencia de lluvias en la comarca benaventana durante todo lo que va de año viene provocando la proliferación de topillos en los campos. Algunos ayuntamientos como el de Quintanilla de Urz ya han dado la voz de alarma ante la elevada población de estos roedores en los sembrados. Hasta el Servicio Territorial de Agricultura y el de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León han llegado escritos de este Ayuntamiento solicitando la quema de los márgenes de los caños y regatos donde estos roedores tienen su hábitat natural, confirmó el alcalde de Quintanilla Andrés Fernández.

"Se están viendo muchas madrigueras en algunos cultivos", dice el alcalde, argumentando la remisión de los escritos atendiendo a las peticiones de agricultores. Fernández Rabanal aduce en sus misivas la necesidad de limpiar de maleza los caños con el fin de eliminar las huras de los roedores.

La abundante población de los topillos campesinos (microtus arvalis) no es exclusiva en los terrenos de Quintanilla, ya que en la zona de Vidriales se detectan cultivos con abundantes hoquedades en el terreno. Cultivos de cereales y de alfalfas vienen siendo los más afectados por esta población de roedores que sin llegar a constituir una plaga, sí se puede hablar ya en la zona de antesala de la misma. La culpa de todo ello se debe a la ausencia de lluvias.

Expertos abogan por utilizar técnicas agronómicas alternativas más respetuosas con el medio en lugar de utilizar métodos como el fuego y el veneno (rodenticidas). Unas técnicas recogidas en el RD 409/2008 que pasan por el uso de oxígeno y propano o más económicas como el labrado y remoción mecánica de los vivares en las alfalfas y la inundación y siega de las mismas. El labrado de rastrojos y la limpieza de cunetas con alzado de vivares, por poner algunos ejemplos.