Hasta el mes de marzo se prolongarán las labores de poda en los viñedos de la Denominación de Origen Toro, una práctica que permite mejorar la producción y la rentabilidad del cultivo. El director técnico del Consejo Regulador, Santiago Castro, confirmó que esta "labor cultural" es una práctica que se extiende desde diciembre hasta marzo y, según los últimos datos que baraja la entidad, hasta el momento se han podado más del 25% de los viñedos inscritos, es decir, alrededor de 1.300 hectáreas de las 5.600 destinadas a la producción de uva en Toro. Destacó Castro que la campaña de poda se suele extender de diciembre a marzo porque estas labores se deben realizar siempre antes del desborre o "salida" de las yemas y porque el proceso de brotación del viñedo en la Denominación de Origen Toro suele producirse en el mes de abril.

En este punto, matizó que la poda se puede ejecutar, en un principio, durante todo el periodo de reposo vegetativo, es decir, "de dos a tres semanas después de la caída de la hoja hasta la última semana que precede al desborre". No obstante, este amplio periodo está limitado por varios factores como las heladas, durante las que el Consejo Regulador aconseja no podar, porque "los sarmientos son entonces quebradizos, los cortes poco limpios y los tejidos expuestos de nuevo al aire son muy sensibles al hielo". Asimismo, Castro subrayó que podar el viñedo en época de heladas favorecería la entrada de hongos que afectan a la madera de la cepa, enfermedades como la eutipiosis o la yesca. Del mismo modo, recordó a los viticultores los "riesgos" de podar durante las heladas primaverales, ya que "las podas precoces provocan un desborre más rápido de las yemas conservadas y las exponen a las heladas primaverales", mientras que las podas tardías tienen el efecto contrario.

Así, como recordó, los viticultores tienen que tener en cuenta que en Toro, hasta principios del mes de mayo, pueden producirse heladas primaverales. De otro lado, el director técnico del Consejo Regulador destacó que, en los últimos años, los viticultores suelen escalonar las labores de poda para reducir gastos derivados de la contratación de mano de obra. El último factor a tener en cuenta para desarrollar las labores de poda es si la viña "está en vaso o en espaldera ya que, en el segundo caso, se suelen realizar prepodas mecanizadas".