1897 fue un año complicado para España, el otorgamiento de las cartas autonómicas de Puerto Rico y Cuba por parte del gobierno de Sagasta constituyó la antesala de uno de los hechos históricos que han permanecido más arraigados en la memoria colectiva de los españoles: el Desastre del 98. No en balde, para Santos Juliá este acontecimiento es de los más decisivos para la formación del Estado español y de la cultura política del país. Pese a estas turbulencias nacionales e internacionales, la vida en las ciudades de provincia no se vio afectada en demasía. Las pequeñas tensiones locales entre facciones liberales y carlistas, toda vez que estos últimos optaron por la vía política tras sus derrotas militares, propiciaron el surgimiento de diversos diarios tradicionalistas. Este el origen de la Opinión- El Correo de Zamora, que en sus primeros años de vida estaba compuesto por apenas cuatro columnas distribuidas en cuatro páginas desde donde se defendían los “intereses materiales y morales de la provincia”. Esa loable defensa de los intereses de Zamora se ha venido desarrollando de manera ininterrumpida a lo largo de 125 años, constituyendo de esta manera una de las cabeceras históricas de nuestra comunidad autónoma. Aprovecho estas líneas para reivindicar la importancia de los periódicos provinciales a la hora de cohesionar socialmente y económicamente los territorios en los que se ubican gracias al apego y cercanía con los ciudadanos. A esto hay que sumar su enorme importancia a la hora de trasmitir información puntual, plural y rigurosa de la provincia, algo que no sería posible sin la profesionalidad que caracteriza a sus trabajadores. La información de proximidad es, en definitiva, clave para comprender y entender la realidad de unos territorios que copan pocos espacios en los medios nacionales. 

La Opinión-El Correo de Zamora también ha mostrado un compromiso sin matices en la defensa de la educación durante más de un siglo. En este sentido, es destacable su encendida defensa en pro de la trasformación del viejo Cuartel de Viriato en un espacio dedicado exclusivamente a la educación. Una defensa que estaba totalmente imbricada en la sociedad zamorana a través de una serie movilizaciones históricas que terminarían dando sus frutos. El 14 de enero de 1998 se inauguraba la primera fase con la instalación de la Escuela Politécnica Superior de Zamora en el espacio que había ocupado el segundo batallón del Ejército. Cuatro años después se concluía la rehabilitación y el acondicionamiento interno con el traslado de la Escuela Universitaria de Magisterio. Sin embargo, se podría decir que el Campus no se culminó en su totalidad hasta que acogió en su seno dos centros adscritos de relevancia: la Escuela Universitaria de Enfermería y la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales. 

La Opinión-El Correo de Zamora ha mostrado un compromiso sin matices en la defensa de la educación durante más de un siglo

En numerosas intervenciones públicas he remarcado que podemos sentirnos orgullosos de contar con uno de los campus más hermosos y modernos de España. Un sitio donde confluyen edificios antiguos y espacios de vanguardia. Curiosamente, tres años después del nacimiento del periódico La Opinión-El Correo de Zamora se dieron los primeros pasos para construir este singular recinto en plena efervescencia del modernismo zamorano. 

Alumnos en el exterior del Campus Viriato Jose Luis Fernández

Además, se trata de un Campus abierto a toda la ciudad y provincia en su sentido más amplio. Viriato no solo ha posibilitado que los estudiantes de Zamora no tengan que desplazarse fuera de ella, sino que también ha servido por atraer jóvenes de otras provincias y comunidades autónomas. Desde la Universidad de Salamanca siempre apoyaremos y potenciaremos todo tipo de iniciativas que sean beneficiosas para el campus y por ende para Zamora. En esta línea, hemos reforzando la cooperación institucional con todas las administraciones públicas zamoranas para incrementar el número de estudiantes y para potenciar el tejido productivo de la provincia. También hemos forjado acuerdos con empresas potentes para fomentar la empleabilidad de los egresados y lograr que nuestros estudiantes puedan quedarse a vivir en el territorio que los vio nacer. 

El campus Viriato no solo ha posibilitado que los estudiantes de Zamora no tengan que desplazarse fuera de ella, sino que también ha servido por atraer jóvenes de otras provincias y comunidades autónomas

Estas iniciativas no habrían sido posibles sin el denodado esfuerzo de los responsables de los centros, de los profesores y del personal de administración y servicios a los que traslado mi más profundo agradecimiento. 

Quiero finalizar estas líneas felicitando a todo el equipo de La Opinión-El Correo por estos 125 años de éxito en defensa de los intereses de nuestra querida Zamora.