Cuando su abuelo, un emigrante de Cabañas de Sayago, emigró a Argentina, poco podía imaginar que sólo unas décadas después su biznieta conseguiría convertirse en la Reina de los zamoranos en Buenos Aires. Silvana Eimpina, de 21 años, acaba de estrenar la banda que la acredita como belleza oficial del Centro Zamorano en la capital argentina, y con la representará al colectivo en distintos actos oficiales durante todo un año. Más de doscientas personas se dieron cita en las instalaciones de la asociación para festejar al Día de la Primavera y elegir a su Reina.

Para la ocasión se degustó una gran paella que preparó María Rosa, y que hizo las delicias de los presentes, al igual que la cantante Mariana y el conjunto Las Sultanas, informan los responsables del Centro Zamorano. El presidente, Enrique San Martín, fue el encargado de imponer la banda a la joven, que recibió la corona de manos de Nelly Saavedra y un ramo de flores de Esther de San Martín. «Silvana, realmente emocionada, agradeció este honor y espera representar a nuestra institución en todos los actos de la comunidad», explican desde la directiva. Antes de seguir con el baile y la jornada festiva, San Martín citó uno por uno los pueblos y ciudades de los presentes e hizo un brindis por todos ellos, lo que provocó un fuerte aplauso de todos los asistentes.

La elección de la Reina no ha sido la única actividad relevante en el Centro Zamorano de Buenos Aires. Recientemente el colectivo ha conmemorado los cincuenta años de la fusión del Centro Zamorano Sanabrés y el Centro Zamorano Fermosellano que nacieron, como recordó Enrique San Martín, «con el único fin de dar una mano a un paisano en desgracia». Eliseo Poza Fadón, actual tesorero y miembro de la primera comisión directiva del mismo, relató «el espíritu que llevó a todos estos paisanos a unirse en un solo centro, representando en esta patria argentina un pedacito de la Zamora que habían dejado a lo lejos, pero que nunca olvidarían, manteniendo siempre vivas sus raíces».

Otro de los protagonistas de la conmemoración fue el ex presidente del Centro Zamorano Alfredo Miranda, el antecesor de Enrique San Martín, que se ocupó de esta labor durante doce años. Miranda, de 90 años, muy emocionado, tomó la palabra para animar a los asociados a que acudan al centro con sus hijos, nietos y demás descendientes «para mantener vivo siempre el espíritu de sus fundadores y el sentimiento zamorano en esta tierra». También llamó la atención de la juventud, a quien pidió colaboración para mantener vivas las raíces de los antepasados. «Esta casa, la de sus padres y abuelos, hoy es la casa de ustedes. Inúndela de esa juventud que nosotros ya no tenemos», exclamó antes de despedirse. Tanto Miranda como San Martín entregaron a Eliseo Poza una placa conmemorativa de la efeméride, al igual que a otros veteranos socios. Los actos del cincuenta aniversario de la fusión de los dos centros finalizó con un vino de honor en el que los zamoranos aprovecharon para recordar viejos tiempos y rememorar anécdotas e historias de sus pueblos.