La del Centro Zamorano en Buenos Aires es una historia de solidaridad que ha perdurado hasta nuestros días. En pleno invierno, en enero de 1923, la muerte de un emigrante sanabrés, natural de Murias, y la necesidad de ayudar económicamente para que reciba sepultura, pone en marcha una cadena humana de colaboración que con el tiempo se convertiría en una gran organización social, como la que constituyen hoy en día los emigrantes de zamoranos que residen en la capital argentina.

Es este fallecimiento del paisano, sin recursos, el que hace que varios emigrantes de la provincia decidan hacer una suscripción para poder enterrarle. Tras esta circunstancia un grupo de hombres, entre ellos Santiago Alonso, Francisco Barrera, Francisco Prada y Sebastián Carbajo, decide crear el primer embrión de la asociación al imprimir un pequeño panfleto, de tan sólo una hoja y en forma de estatuto, que recibe el nombre de Centro Noroeste Zamorano. La publicación se repartió inicialmente entre los sanabreses más conocidos en aquella época.

En junio de ese mismo año, 1923, se convoca una asamblea en casa de uno de los emigrantes, Francisco Barrera, que vivía en la calle 15 de Noviembre 116. A esta cita acuden los socios fundadores de la colectividad. Es allí donde se decide cambiar la denominación de Noroeste Zamorano por otro que suscitaba mayor consenso: Sociedad Sanabresa de Ayuda Mutua y Recreativa. Además, se encomienda a Sebastián Carbajo la misión de redactar unos nuevos estatutos. El socio con el número 1, se especifica en la información que guarda el Centro Zamorano sobre sus orígenes, es Agapito Villasante, que es quien propone el cobro de una cuota periódica y el primero en hacerla efectiva.

Durante seis años la secretaría de los zamoranos funciona gratuitamente en el domicilio de Francisco Barrera. No será hasta agosto de 1929 cuando se alquile ya una casa en la calle Salta 2149. El desarrollo de una actividad lúdica como el baile tuvo un efecto inmediato. Dicen que fueron precisamente los «animados bailes» que allí se celebraban lo que originó un significativo aumento de asociados.

Cuando termina el contrato de arrendamiento los emigrantes alquilan otra casa en Cevallos 1673, «en la que continuó el aumento de socios por la concurrencia de juventud sanabresa», recogen las crónicas. Tal es la implicación de los asociados en las actividades que surge la idea de formar un conjunto artístico que realiza dos comedias, ambas dirigidas por su autor y actor, Abelardo Núñez.

En septiembre de 1936, como el alquiler de la casa resultaba muy costoso, se decide dejar este arrendamiento y se instala una secretaría en la calle Hornos. Allí se realiza una asamblea general día 5 de de noviembre presidida por Joaquín Alonso, Manuel Fariñas, Leandro Prada y Mariano Gago, con el objetivo de tratar de comprar una sede en propiedad. De esta forma se adquiere una casa en la calle Humboldt. A la inauguración, el 23 de octubre de 1938 y que se celebró por todo lo alto con un gran asado, acudieron todos los socios y familiares. En esta nueva sede permanecen los siguientes siete años, «sumando esfuerzos y amistades, hasta que los deseos de

ampliación llevan a adquirir la casa de la calle Pasco 1358, escriturada el 31 de diciembre de 1947, la que año a año fue siendo mejorada para dar mayor comodidad a los asociados», se especifica en los documentos sobre la historia del centro que obran en poder de la colonia.

Un 30 de agosto de 1953 se funda en Buenos Aires el Centro Fermosellano Cultural y Recreativo, con secretaría en la calle Rivadavia 2800. La comisión directiva está integrada por López Seisdedos Fernández como presidente, y por José María Marcos, Santiago Matos, Florindo Santos y Manuel Fernández, entre otros. Los socios siguen en aumento gracias al éxito de los bailes y festivales que se organizan. Son años en los que los zamoranos, como otros miles de emigrantes, dedican la mayor parte del tiempo al trabajo y por eso disfrutan tanto de los respiros que les dan estas actividades sociales.

Con todo, entre los zamoranos comienza a fraguarse la idea de que no deberían existir dos asociaciones diferentes, la sanabresa y la fermosellana, y de que es necesario aunar esfuerzos y potenciar la provincia en su conjunto.

Finalmente, en 1956 se funden el Centro Zamorano Sanabrés y el Centro Zamorano Fermosellano con una gran fiesta en los salones de Unione e Benebolenza, que fue trasmitida por Radio Rivadavia. En el programa se leía: "Este tiene para nosotros un significado trascendental porque en él festejamos un acontecimiento que tanto anhelamos: la fusión de los dos centros. Con este acto hemos demostrado el espíritu que nos identifica. Muchos somos los zamoranos que vivimos en esta tierra del Plata, y hasta la fecha no contábamos con una representación grande y digna de nuestra querida Zamora". ¡Zamoranos!, festejemos esta victoria jamás conseguida fuera de nuestra patria chica. El 20 de noviembre de 1964 la nueva denominación adquiere personalidad jurídica propia.

Animados por el apoyo de los asociados, y cada vez con mayor número de actividades, la comisión directiva decide dos años más tarde iniciar la construcción de lo que sería el gran salón y un escenario. "Con la entusiasta dirección de Eusebio Calvo y con el desinteresado aporte de socios, esta obra es inaugurada el 27 de diciembre de 1966, durante la presidencia de Juan Bautista García", consta en la memoria del centro. Es en estas mismas instalaciones, suficientemente amplias, donde se forman y actúan conjuntos teatrales y de danzas españolas.

La asociación de zamoranos se convierte en una de las más importantes entre las españolas. Así transcurren 16 años y la comisión directiva decide adquirir un terreno colindante en noviembre de 1982.

La decisión da paso a una nueva historia del colectivo. Con lo que se recauda a través de las cuotas sociales y festivales, junto a los préstamos personales en los que se implican sus directivos, se construye otro salón que, unido al anterior, otorga a las instalaciones una gran capacidad para realizar banquetes y actos sociales. Este edificio es inaugurado el 3 de junio de 1987 por su presidente Francisco Saavedra. Pero no fue hasta el 20 de diciembre de 1990 cuando se reconoce al Centro Zamorano como entidad mutual. Figuran como presidentes honorarios Juan B. García (1960-1962 y 1965-1970), Modesto Morán (1962-1965) y Vicente Garrote Sastre (1972-1979).

Hoy en día, el Centro Zamorano de Buenos Aires que preside Enrique San Martín aglutina a buena parte de los 3.000 zamoranos que se calcula residen en Argentina y que, con sus descendientes, suman más de 12.000 personas. Un colectivo que incluso tiene su propia página web (centrozamorano.com.ar) y que desde hace 84 años permanece unido. Gracias a su solidaridad.