Los emigrantes zamoranos en Buenos Aires tienen un buen motivo para estar de enhorabuena. Una de sus veteranas, la fermosellana Natividad Carrera, cumplía ayer nada menos que cien años. Ni tan siquiera un pequeño resfriado de la protagonista empañó la efeméride, y pudo recibir las felicitaciones no sólo de los socios del Centro Zamorano en la capital argentina, sino las misivas remitidas desde la Diputación Provincial y la Uned de Zamora, entre otras instituciones y organismos.

La historia que contó la propia Natividad Carrera sobre su familia mereció uno de los dos primeros premios del I Concurso de la Emigración Zamorana en 2006. Su madre, Concepción Marcos Vaquero, viuda y con ocho hijas, emigró a principios del siglo XX a Argentina junto a siete de ellas, y consiguió sacar adelante a toda la familia. La fermosellana dejó su casa en el pueblo en 1919 cuando sólo tenía 10 años. Tras realizar duras labores, aprendió creación y confección de sombreros, profesión con la que se ganaría la vida hasta que en 1939 contrajo matrimonio con José Suárez, que falleció en 2004 a los 99 años. Su viuda, la zamorana Natividad, celebra desde ayer su siglo de vida.