La de Manuel Pan, de 65 años y natural de Carbajosa, y Aurora Bernardo, de 62 años y nacida en Fermoselle, es una historia de amor atípica. Los dos emigraron a Buenos Aires con sus familias cuando tenían apenas 6 años. Fue en la capital argentina donde se conocieron, se enamoraron y contrajeron matrimonio. Durante toda su vida Zamora ha estado presente, y la añoranza por una tierra que han aprendido a amar en la distancia. Hace unos días por primera vez pisaban la ciudad. «Y ha sido tan lindo?», aseguran con emoción. Manuel está enfermo. Para poder viajar a Zamora incluso ha suspendido por dos semanas el tratamiento al que se somete para combatir un cáncer. No se arrepiente, dice, «porque he podido ver el pueblo y la que fue mi casa». Los dos coinciden en que han encontrado Zamora «bárbara? Dan ganas de quedarse?». Para ellos es como una segunda luna de miel, algo que les ha inyectado una dosis de vida. Manuel no se cansa de agradecer este viaje y a quienes lo han hecho posible. «No sé si quizá el año que viene podría venir, por la enfermedad, por eso ha sido tan importante hacerlo ahora». De momento, y hasta el día 11 en el que está programado el regreso de los emigrantes tanto en Cuba como en Argentina, Manuel y Aurora pasan el tiempo conociendo la provincia y dando paseos por la ciudad, a la que no se cansan de mirar.