En este caso el tiempo juega en contra y los testimonios vivos están condenados a desaparecer con la muerte de sus protagonistas, los emigrantes de Zamora y del resto de Castilla y León. Es por ello por lo que la Uned insta a la creación de un archivo-museo en Zamora (o en su defecto en otra provincia de la Comunidad) en el que poder procesar y dar forma a los miles de documentos escritos, fotográficos y audiovisuales que se han reunido en los últimos años fruto del I Premio de la Memoria de la Emigración Zamorana y el I Premio de la Memoria de la Emigración de Castilla y León.

Precisamente ahora se acaba de convocar el segundo concurso de relatos de la emigración en la Comunidad. En esta segunda edición se pretende que esté acompañado de un premio específico para proyectos documentales de carácter audiovisual que se podrían dotar con una especie de beca para su realización. «Lo que nos interesa es recopilar testimonios documentales sobre la emigración. Me gustaría pedir que se apoyen estas iniciativas, porque tienen una fecha de caducidad», explicó el director de la Uned, Juan Andrés Blanco, ayer en la presentación del nuevo premio dedicado a la recuperación de experiencias migratorias. En el acto estuvo acompañado por los periodistas Carlos Pedrero, Mar Domínguez y Begoña Galache, miembros junto al investigador José Ignacio Monteagudo del jurado que falló el I Certamen de relatos.

Pedrero, secretario de este jurado, destacó que de los 85 trabajos presentados la mayor parte, 56 (el 65%), procede de Argentina, seguidos de los enviados desde Cuba, 18 (20%), Uruguay con 4, y Guatemala con 1, al igual que Brasil y Francia. La aportación de las casas de emigrantes en España ha quedado reducida a 2 trabajos desde Barcelona, 1 desde Madrid y otro desde el País Vasco. Los integrantes del jurado afirman en el fallo que el valor de los documentos y fotografías que se adjuntan con los escritos es «incalculable», y de ahí que reiteren, «la apremiante puesta en marcha de ese archivo-museo de la emigración, y la publicación inmediata de los mismos para que tanto sus autores como cuantos estudiosos lo deseen puedan conocer y profundizar en el fenómeno que ha marcado la vida de muchos castellanos y leoneses».

Con el objetivo de recuperar esta «memoria oculta», en palabras de Juan Andrés Blanco, comienza su andadura el II Premio Memoria de la Emigración Castellana y Leonesa, cuyo plazo de presentación de trabajos permanecerá abierto hasta el 31 de diciembre de este año. Como en la convocatoria anterior, se otorgarán un primer premio con una dotación en metálico de 1.500 euros, dos segundos premios de 1.000 euros, y tres terceros de 500 euros. Los escritos con vivencias y reflexiones, con una extensión mínima de 15 páginas, se deben remitir a la Uned de Zamora por correo postal o electrónico.