Los comercios zamoranos que ambientan su interior con los repertorios musicales de las emisoras de radio se ven obligados a abonar una tasa a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en concepto de derechos de autor. Una medida que comprende el pago de cuotas mensuales que oscilan entre los seis y 63 euros en función de la superficie de cada establecimiento en el momento en que hace uso público de una cadena musical o convencional.

Las asociaciones del sector muestran su rechazo absoluto a la nueva normativa, a la que consideran abusiva y califican de sobrecoste añadido. «Estamos totalmente en contra de la imposición de esta tasa y la rechazamos por completo», señala el secretario general de la Asociación Zamorana de Empresarios del Comercio (Azeco), Angel Hernández, e ironiza que «llegará un punto en que por esa lógica llegaremos al extremo de tener que pagar también por la música que escuchamos en casa cuando nos reunamos en alguna celebración porque también será un uso público».

El pago de esta tasa afecta a los establecimientos que hacen uso de la radio en su interior y que en la capital zamorana asciende a más de la mitad de los dedicados a equipamiento personal, sobre todo de ropa y calzado, donde es habitual el uso de emisoras de radio, en especial las de programación musical, para ambientar las compras de los clientes. Estos comercios ya pagan las cuotas exigidas desde hace meses, aunque de momento no han recibido la visita de los inspectores de la SGAE para contabilizar los locales que emplean las ondas hertzianas en su interior, algo que ya se ha comenzado a realizar en capitales vecinas como Valladolid.

En cuanto al importe de las cuotas, la tarifa menor es de 6,35 euros para los locales que tienen una superficie que no sobrepase los 50 metros cuadrados, aunque la cuantía se duplica por cada 50 metros más de cada establecimiento. Unas tasas que en todo caso Azeco no considera que sean excesivas, aunque sí un sobrecoste añadido a la larga lista de impuestos y tasas que ya abona cada comercio para desarollar su actividad. De hecho, Angel Hernández asegura que «aunque no es una cuota muy elevada supongo que habrá bastantes comercios que se planteen prescindir de sintonizar la radio en su interior y ahorrarse el pago de este canon».

El rechazo manifestado por Azeco y por otras asociaciones del sector será canalizado por la Federación de Comercio que aglutina a todas ellas, que ya ha hecho llegar su malestar a la Sociedad General de Autores y Editores acerca de la imposición de esta medida, a la que han calificado de injusta al realizarse incluso antes de que se realice la inspección prevía en cada establecimiento para comprobar el uso de la música, por lo que se puede abonar la cuota incluso cuando no se haga uso de ella. Además, los comercios recuerdan que en su caso el uso de emisoras de radio no supone un elemento imprescindible como sí resulta para otro tipo de locales, como los pubs o bares, donde actúa como un factor de negocio. También recalcan que las propias cadenas de radio ya abonan sus propias tarifas por el uso de las canciones que utilizan.

Riesgo de afrontar un proceso judicial

La Sociedad General de Autores y Editores reclama el pago de esta cuota por el uso de música ambiental en las tiendas so pena de iniciar un procedimiento judicial contra el comercio que se niegue a abonarla. El organismo defiende la imposición de esta tarifa en aras de la defensa de la propiedad intelectual de las personas que realizan las creaciones musicales que se escuchan en las emisoras de radio. Se fundamenta en el beneficio económico que supone para los establecimientos ofrecer música agradable para favorecer las compras de sus clientes. Su cobro también se basa en la modificación de 2006 de la Ley de Propiedad Intelectual.

Las tasas son de carácter público y pueden ser consultadas por los establecimientos afectados que lo requieran. Para abonarlas se puede optar por distintas posibilidades que permiten, por ejemplo, acumular las tasas y pagarlas con carácter trimestral en lugar de cada mes.