Casi una veintena de taxistas se concentraron ayer en la Plaza Mayor de la capital durante una hora en solidaridad con la familia del profesional asesinado durante la madrugada del pasado viernes en Madrid. Desde las 13.00 hasta las 14.00 horas el colectivo mantuvo un parón laboral, tal y como ocurrió cuando un compañero zamorano fue agredido a las afueras de la ciudad el pasado mes de agosto.

El taxista ya se ha reincorporado a su puesto de trabajo, si bien ha renunciado a mantener el turno nocturno en el que trabajó durante muchos años.

Las asociaciones Tele Taxi y Taxi Zamora se reparten casi en la misma proporción a los 56 profesionales de la capital, que piden a las autoridades que «velen por nuestra seguridad e impidan que personas indocumentadas circulen libremente por la ciudad con riesgo de que nos agredan no sólo a nosotros sino a cualquier ciudadano», explica Miguel Gómez, presidente de Tele Taxi. Los trabajadores plantean la posibilidad de instar al Ayuntamiento para que subvencione una mampara que les proteja de ataques violentos o la incorporación de sistemas de GPS conectados con la Policía a través de una centralita.