Los robos en viviendas han aumentado un seis por ciento en Zamora si se comparan los datos de 2017 y los de un lustro antes, los del ejercicio 2012. El año pasado se contabilizaron en la provincia, según la estadística del Ministerio del Interior, 209 robos en viviendas. Es una cifra significativamente más alta que los 197 del año 2012.

Llama la atención que Zamora, provincia que hace gala de seguridad en las calles, se encuentre en el grupo de tres en las que aumentan los robos en viviendas. Solo Salamanca y Soria tienen más robos ahora que hace cinco años. Zamora, con el incremento del seis por ciento que muestran las estadísticas, dista mucho de la caída que presenta el conjunto de la comunidad -de casi el veinte por ciento-. En España los datos son similares a los de Castilla y León.

El pasado año se registraron en Castilla y León una media diaria de más de ocho robos con fuerza en viviendas. En total fueron 3.154 los delitos de este tipo delitos contabilizados por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de los que el 59,2 por ciento (1.869) se cometieron en municipios menores de 20.000 habitantes, según datos del Ministerio del Interior a los que tuvo acceso la Agencia Ical.

No obstante, los robos en hogares se redujeron en la comunidad el 19,9 por ciento desde el año 2012, cuando se registraron 3.940 asaltos a los 3.154 contabilizados de 2017, aunque aún se está lejos de las cifras de 2011, cuando se alcanzó el nivel más bajo de la década con 2.390 robos. A nivel nacional la evolución fue similar, aunque en este caso la bajada fue del 16,9 por ciento, hasta los 105.099 euros.

Detrás de buena parte de estos robos con fuerza en viviendas se encuentran grupos criminales organizados. Fuentes de la Policía Nacional confirmaron a la Agencia Ical que el caso de las ciudades "cerca del 90% de estos delitos son cometidas o por bandas de ciudadanos georgianos, que suelen tener su cuartel general en Madrid, o por grupos de mujeres croatas, que tienen establecida su residencia en Levante".

Ambas bandas, que se desplazan de forma itinerante por toda España, tienen el mismo "modus operandi". Siempre actúan de día y después de asegurarse de que no hay nadie en la vivienda donde van a cometer el robo, ni en las viviendas colindantes, por lo que antes de delinquir llaman en repetidas ocasiones a los porteros automáticos de los pisos de la misma planta. Además, para tener menos posibilidades de ser sorprendidos, suelen elegir las plantas superiores.

Después, en menos de 30 segundos, son capaces de abrir la mayor parte de las cerraduras, especialmente las más antiguas empleando una lámina fina de plástico, o bien, en el caso de llaves multipuntos, empleando la técnica denominada "bumping". Una vez dentro, sólo buscan joyas, oro, perfumes y dinero.

Según dichas fuentes policiales, son grupos que intenta provocar el menor daño posible en la vivienda, conocedores que en el caso de ser detenidos y puestos a disposición judicial cualquier tipo de violencia puede acarrearles una mayor pena. Además, también evitan cualquier enfrentamiento personal en el caso de ser sorprendidos.

Por otra parte, Salamanca es la ciudad de la comunidad con menos probabilidad de sufrir un robo en sus viviendas y la segunda de todo el país más segura, sólo por detrás de San Cristóbal de la Laguna, según se desprende de un informe de la patronal del seguro, Unespa, en el que se analizan el volumen de robos en función del número de viviendas aseguradas. En Zamora la probabilidad de sufrir un robo en la vivienda es un 33% inferior a la media del conjunto del país, según la misma fuente.