La ciudad anfitriona de un congreso nacional de belenismo obsequia a cada colectivo asistente con un presente que pueda situarse en su estandarte, bandera o pendón en el acto de bienvenida al simposio. La Agrupación Belenista la Morana, organizadora del encuentro que tendrá lugar en Zamora y en Fermoselle entre el 11 y el 14 de octubre, ha optado por agasajar con una seña de identidad zamorana, la capa parda. "Queríamos hacer algo conmemorativo y qué mejor regalo que la entrega de un pedazo de la carpa parda, el santo y seña de la indumentaria tradicional zamorana", explica el presidente del colectivo, Francisco Iglesias Escudero, quien ha recreado, sobre diseños originales de sastres alistanos, el dibujo de esta pieza fácilmente identificable con la cultura tradicional de Zamora y vinculada con la Navidad a través de las Corderas o Autos de Reyes.

La chiva, realizada en paño del país, presenta motivos como "el árbol de la vida, la cruz o diferentes motivos geométricos" y está rematada por unos flecos. Además llama la atención la inclusión en el corbatín de dos pompones de lana, "uno de los detalles que están más en desuso en las capas y nos pareció interesante incluirlo para adornar el corbatín", afirma Iglesias Escudero.

El presente también incluye las cintas que "se usaban como ligas por los mozos y mozas", tejidas de manera artesanal, y está rematado, a modo de capucha, por una pieza que incluye la imagen del congreso, una especie de rosetón-estrella. "Hemos elegido la estrella que aparece en un capitel, del siglo XII, dedicado a la Adoración de los Reyes de la iglesia de Santo Tomé y abstraído parece un rosetón por lo que unimos el Románico zamorano con la tradición belenista", describe el presidente de La Morana que remarca que en el congreso será abierto a la ciudadanía a través de la feria de artesanía belenista o numerosas exposiciones navideñas.

Cada uno de cien corbatines, que miden 50 centímetros de largo, atesora muchas horas de trabajo por parte de un equipo de belenistas porque la confección ha sido totalmente artesanal. Cada tarjeta de presentación de Zamora conlleva "mucho esfuerzo desde hace casi dos años", agrega Francisco Iglesias Escudero.