El acusado volvió ayer a la escena del crimen para reconstruir los hechos junto con agentes de la policía judicial de la Guardia Civil y del Juzgado, así como de su hijo menor de edad y de sus hijas mayores, procedentes de otra provincia, según ha podido saber La Opinión-El Correo de Zamora. In situ, los agentes interpelaron al imputado que en algunos momentos insistió en negar su relación con la muerte de la joven Leticia Rosino, que falleció golpeada brutalmente en Castrogonzalo, cuando paseaba por el río, una zona de ocio que frecuentan los vecinos, donde fue sorprendida por su agresor.

Los agentes de la policía judicial trataban de conseguir una confesión de quien es el único sospechoso de haber agredido hasta la muerte a la joven, de la que no se descarta que abusara sexualmente.