Las palabras del obispo no solo han abierto de nuevo la discusión sobre la inclusión de las mujeres en la Semana Santa, sino también en otros ámbitos religiosos. Ayer mismo, el presidente de la cofradía de Valderrey, Antonio Martín Alén, anunció que las mujeres podrán formar parte de la hermandad tras la asamblea que se celebrará en el mes de junio.

En ese sentido, Martín Alén explicó que la directiva convocará a los hermanos a través de una circular que se enviará próximamente y que será el preludio del cumplimiento del mandato del Obispado: "No se va a dar lugar a votar, sino que se va a informar de que las mujeres podrán ser miembros de pleno derecho. Es una orden y así lo manda el Estatuto Marco", indicó el presidente, que confirmó de este modo que la integración de las mujeres no es un asunto que se pueda debatir, sino una condición "sine qua non" para continuar con sus actividades ordinarias.

De hecho, esta cofradía, fundada en 1864, tiene desde hace años los nuevos estatutos en "stand by" en el Obispado, ya que no recibirán el visto bueno hasta que no se adapten a la entrada de las mujeres. Es más, Martín Alén ya había advertido en la última comida de hermandad previa a la romería de que el Obispado estaba llamando a la puerta y de que había que adaptarse obligatoriamente.

No obstante, han sido las declaraciones del obispo Gregorio Martínez a este diario las que han supuesto el aldabonazo final para que Valderrey opte por dar el paso. Cabe destacar que, en ellas, el prelado metía prisa a las cofradías que aún no son mixtas para que se adapten cuanto antes a la normativa marco que obliga a ello.

En cuanto al resto de las cofradías de gloria que mantienen su actividad en la Diócesis, fuentes internas aseguran que es "imposible" saber si todas integran ya a las mujeres, aunque las principales sí llevan años siendo mixtas. La gran cantidad de hermandades activas en las parroquias y en los diferentes municipios hacen muy complicada esta labor de control.