El Procurador del Común, institución que preside Javier Amoedo, ha recomendado al Ayuntamiento de Zamora que señalice al menos en las entradas y salidas de la ciudad en las calles que puedan resultar más problemáticas que la velocidad máxima para circular en las calles de la capital es de 40 kilómetros por hora, según está regulado en la ordenanza municipal, y no 50 kilómetros por hora que es la que establece el reglamento de circulación nacional para las vías urbanas.

Todo viene a raíz de la multa impuesta a un conductor en la calle de La Hiniesta por circular a 61 kilómetros por hora. El ciudadano se quejó ante el Procurador del Común porque la citada vía carecía que señal de limitación de velocidad alguna y el Ayuntamiento le impuso la sanción teniendo en cuenta lo que dice la Ordenanza, es decir, que se puede ir a un máximo de 40 kilómetros hora, y no en función de lo que dicta la normativa estatal, de 50 kilómetros hora, lo que le habría procurado una sanción mucho más leve.

El Procurador del Común entiende que "la posición defendida por el Ayuntamiento, según la cual, la mera constancia en la Ordenanza de la limitación de velocidad de forma genérica para todo el casco urbano a 40 kilómetros hora es suficiente para poder sancionar el exceso a partir de ese límite, no podía ser compartida, pues generaba una evidente indefensión de los conductores, los cuales confían, erróneamente, en que al ser una vía urbana y no existir señalización que limite la velocidad, se aplica la limitación genérica para todas las vías urbanas del territorio nacional, de 50 kilómetros hora". Precisamente "la finalidad y razón de ser de la señalización en materia de tráfico es, entre otras, informar al conductor, con la debida antelación, de la vigencia de ciertas normas y reglamentaciones (en esta caso, ordenanza) en un tramo determinado de vía". Sin embargo, el Ayuntamiento, según indica el Procurador del Común en su última memoria anual, rechazó las recomendaciones y mantuvo la multa al infractor.