La música despertó ayer a la ciudad para invitar a los zamoranos a celebrar el Día de la Comunidad de Castilla y León, el Día de Villalar. Los sones del tambor y la flauta despertaron ayer a los zamoranos para anunciar el comienzo de la jornada festiva. La treintena de tamborileros interpretaban de forma totalmente coordinada la "Alborada tamborilera", creada para esta ocasión por el músico zamorano Luis Antonio Pedraza, por encargo de la Fundación Villalarpara ejecutar una actividad ideada por el arquitecto zamorano Francisco Somoza para "divulgar el patrimonio cultural de estas tierras".

Los músicos, de la Asociación Tamborilera de Zamora, partían pasadas las 9.00 de las diez iglesias que se les había anunciado para propiciar un alegre despertar a los zamoranos. Desde la de La Horta subían por la calle de Balborraz hacia la Plaza Mayor donde confluyeron con sus compañeros llegados desde la Catedral y La Magdalena por la Rúa de los Notarios, desde Santa María la Nueva, desde Santiago el Burgo por Santa clara y Sagasta, y desde San Vicente por la Plaza del Fresco.

Totalmente sincronizados, hacia las 11.00 horas, la música, que venía llenado las calles y se podía escuchar por todo el casco histórico, inundó el corazón de la ciudad, donde ya había público expectante. Los presentes no solo pudieron disfrutar de la pieza creada por Pedraza, sino de otras canciones populares, alguna conocida de sobra por los presentes. La alborada "se oía con mucha claridad", treinta flautas y tamboriles consiguen una nada despreciable intensidad de sonido, con lo que la Fundación logró el objetivo de "Llenar la ciudad de música", lema que daba nombre a esta iniciativa.

"La experiencia ha estado muy bien", explicaba Somoza, representante de Villalar, "hemos logrado el objetivo por que la ciudad se ha llenado de música al amanecer". Califica de "espectacular" la concentración de los tamborileros en la Plaza Mayor. Los ciudadanos que se encontraron con la actividad mientras paseaban por la ciudad no ocultaban su sorpresa y satisfacción ante "un acontecimiento inesperado", abunda Somoza.

La Fundación ha grabado el desarrollo de esta actividad que simboliza la simbiosis entre música y arquitectura, con la finalidad de poner en valor el patrimomio de la capital y su cultura. Argonauta Creativos se ha encargado de tomar las imágenes para componer un vídeo en el que dejar constancia de esta iniciativa, en el que "establecer esa relación con la arquitectura de la ciudad, con la luz", para lo que se ha contado con la colaboración el Ayuntamiento que ha despejado de coches el recorrido por el que discurrían los músicos. Sobre si habrá una segunda edición, Somoza ensalzaba "la disciplina, el talento y el trabajo de los tamborileros, muy colaboradores. El resultado ha sido tan bueno gracias a ellos, a pesar de lo difícil de llevar la idea a cabo". Aboga por que tanto desde la Fundación como desde las instituciones "se defienda lo nuestro, divulgarlo", además de procurar el acceso al provenir a la gente más joven, de entre 20 y 30 años, dejar paso a nuevas generaciones, solo así construiremos el futuro".