A pesar del apoyo unánime de los suyos, del obsequio de la capa alistana y de las muestras de afecto que recibió por parte de algunos ciudadanos, no todo fue una balsa de aceite en la visita de Mariano Rajoy a la capital. El presidente y el resto de dirigentes populares también se encontraron con alguna que otra situación desagradable en forma de manifestaciones reivindicativas. De hecho, mientras el líder del PP era agasajado en la Encarnación, un grupo de medio centenar de personas se desgañitaba a unos metros de Viriato y los sindicatos y agentes de la Policía Municipal hacían lo propio desde la entrada de la Plaza Mayor.

Esta situación obligó a intervenir a las fuerzas de seguridad, que se cercioraron de controlar la situación para evitar cualquier susto. No pudieron, en todo caso, tapar los sonidos de los silbatos y de los gritos que inundaron el entorno. "¡Vuélvete para Madrid!", "¡Qué vergüenza que le den la capa!" o "Un motín de la trucha ya no se estila, ¿no?" fueron algunas de las frases que se colaron en la fiesta.

Casi todas venían del grupo de los leonesistas, que manifestaron su descontento con la política de Rajoy. Las banderas que portaban los manifestantes llamaron la atención de los dirigentes populares. De hecho, a la salida de la Encarnación, el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, trató de poner en contexto las protestas ante Soraya Sáenz de Santamaría, lo mismo que haría más tarde Mañueco con el propio Rajoy.

En cuanto a la Policía Municipal, la movilización tenía que ver con la petición de que los agentes puedan jubilarse a los 60 años. La protesta, que contó con el respaldo de los dirigentes locales, se hizo visible con carteles y letreros. Algunos de ellos, originales, como el que mostraba un anuncio de un circo con la imagen de Pinocho y del malvado Señor Burns, de Los Simpsons. Todo, para tratar de tener el mayor alcance posible.

Por otro lado están los colectivos que optaron por agradecer la visita del presidente a la ciudad. Fue el caso de la plataforma pro Biorrefinería de Barcial del Barco, cuyos responsables valoraron "muy positivamente" el congreso organizado por los populares.