Empezó con eso de "cojo la manzana, la como y la tiro" y el pasado mes de marzo se convirtió en la bailarina número 16 de "Fama, ¡a bailar!". Tras cuatro semanas en la academia, la benaventana Mónica Peña ha pasado de estar en la cuerda floja de la nominación a rozar la inmunidad junto a su pareja de baile, Claudia, con la que forma el popular tándem "Clónica". Un progreso que mantiene pegados al televisor (y a cualquier tipo de pantalla) a su familia y, en especial, a su hermana Rebeca, quien administra junto a su amiga Sara las redes sociales del Club de Fans de Mónica.

El carisma y la versatilidad sobre la pista de baile de la zamorana ya han atraído a los más de 7.000 seguidores que acumula en su cuenta oficial de Instagram (@monicap_fab18). En apenas un mes, ha pasado de bailar por el paseo de la Mota de Benavente a hacerlo en la vieja fábrica de jabones GAL, en Alcalá de Henares, donde se ubica la popular escuela dirigida por Igor Yebra. Y todo gracias a una corazonada de última hora. "Siempre nos enviaba vídeos de sus ensayos por WhatsApp y un día nos pasó una coreografía contándonos entre risas que se había presentado al "casting" de "Fama"", recuerda su hermana. "Nosotros no sabíamos ni que se iba a volver a emitir el programa, pero la conversación se produjo un domingo y al día siguiente nos llamó para decirnos que había sido seleccionada, no nos lo creíamos", confiesa aún con emoción.

Sin pensarlo dos veces, Mónica hizo las maletas y regresó a España. Tras la selección presencial de los 15 primeros candidatos, la joven de 27 años se había convertido por medio del "casting" online en la última concursante del "talent show" emitido por la plataforma de pago Movistar+ a través de su canal #0. A juicio del jurado, la interpretación de la zamorana había sido la mejor réplica de la coreografía creada por el profesor Iker Carrera.

En aquel momento, Peña se encontraba en Shanghái donde desde hace seis años desarrolla su carrera profesional ante la falta de mejores oportunidades en España. De pequeña vio a su prima bailar sevillanas y se quedó prendada. Abandonó la gimnasia rítmica y se apuntó a clases, tanto de sevillanas como de danza oriental. En 2007, cuando tenía 16 años, quedó en segundo lugar en los Premios "Veo, Veo" de Castilla y León creados por Teresa Rabal. Durante su estancia en Salamanca se enamoró del hip hop y casualmente, tuvo la oportunidad de asistir a una clase de Vicky Gómez, ganadora de la primera edición de "Fama, ¡a bailar!". Ya por aquel entonces, la joven zamorana expresó su deseo de poder participar en el célebre concurso en el que ahora participa pero optó por continuar formándose.

En el Varium Espai de Moviment de Barcelona siguió aprendiendo y junto a otras compañeras de baile formó parte del grupo "Streetpers", finalista del televisivo concurso "Tú sí que vales" en 2012. A raíz de una actuación, una compañía se interesó por ella y le ofreció incorporarse a una gira por el país asiático. También sin dudarlo, a los 21 años aceptó la propuesta. Allí compagina el oficio de bailarina en distintos espectáculos con otros trabajos relacionados con la moda, la publicidad e incluso el cine, donde ha realizado algún cameo.

"Ella nos cuenta que el trabajo de bailarina en Shanghái es una profesión muy valorada, allí cualquier bar o local al que vayas está preparado como sala de actuación, es otra cultura y cuando se reúnen prefieren estar sentados y pagar por un buen espectáculo musical", cuenta su familia.

Junto al "locking", el "Chicago footwork" es uno de sus estilos favoritos. No obstante, una coreografía de danza urbana fue precisamente la que le arrastró a las nominaciones por la actuación de Claudia, su compañera. Juntas forman "Clónica", como popularmente los fans han apodado a la pareja de baile. Su sincronización sobre la pista de baile y su complicidad fuera de ella, además de su respaldo social, les sirvió para eludir la expulsión y relanzar su participación en el programa. Tanto que la pasada semana estuvieron a punto de lograr la inmunidad.

"En casa estamos hiperactivos, no comemos, no dormimos... solo hacemos que ver el canal 24 horas", bromea su hermana. "Al principio estábamos muy nerviosos, pero a medida que avanza el programa ves que se ríe, que gasta bromas y la cara que tiene de felicidad es alucinante", se congratula.