Primero lo aprenden en clase y después comparten la lección en la calle. Un total de 60 estudiantes del colegio Medalla Milagrosa de la capital han finalizado el proyecto interdisciplinar "Please, no plastic" en las principales calles de la ciudad -desde la zona del Mercado de Abastos hasta Tres Cruces o Santa Clara- para lanzar un mensaje de concienciación sobre el abusivo uso de los plásticos en el día a día.

"La responsabilidad individual es la clave de esta lucha", asegura el profesor Israel Peralta, quien ha acompañado a sus alumnos por la calle durante esta campaña, en la que los niños han ido parando a los viandantes para lanzarles este mensaje medioambiental y explicarles todas las terribles consecuencias que conlleva el uso indiscriminado del plástico, desde las bolsas en los supermercados hasta la compra de fruta o verdura envasada, en vez de optar por los productos a granel.

El "gancho" ha sido una bolsa de tela, ofrecida gracias a la colaboración de la Fundación Caja Rural con este proyecto, para que los zamoranos comiencen a cambiar pequeñas hábito. "Este proyecto ha comenzado como un trabajo en clase, coincidente con el currículo académico de los niños, donde ellos mismos han realizado un estudio exhaustivo de la situación y acaba, como otras veces, en un servicio a la comunidad, que se centra en esta campaña de información y sensibilización a la gente de la calle para concienciar sobre la situación", resume el profesor.

Las asignaturas en las que se ha incluido este proyecto pasan por tecnología, geografía e historia, lengua e incluso plástica y religión. Una original manera de aunar diferentes materias con un tema común.

En parejas, los alumnos han ido explicando a la gente la importancia de las tres "r": reciclar, reutilizar y reducir el impacto de los residuos plásticos. Para ello se han ayudado de unos folletos con el lema "Muchos plásticos acaban en el mar. Estamos locos, ¿verdad?" y les han explicado situaciones tan gráficas como que existen en la actualidad islas en el océano Pacífico formadas por residuos plásticos del tamaño de países como España. "Si utilizamos bolsas de tela, evitamos la creación de miles de bolsas de plástico y que muchas de ellas acaben en el mar. Hay que escoger producto fresco no envasado, que es mucho menos contaminante, además de reciclar todos estos residuos en el contenedor amarillo", han sido alguna de las lecciones impartidas por los niños en la ciudad.

Esta salida a la calle ha sido el colofón de tres intensas semanas de trabajo en el aula con doble aprendizaje: académico y social.