Caja Rural de Zamora acaba de presentar los resultados de 2017, con 16,5 millones de euros de beneficios que suponen un 53% más que el ejercicio anterior. Cipriano García, director general de la cooperativa de crédito, cree que más allá de las cifras de ganancias, la clave está en mantener un modelo de negocio cercano a la sociedad donde está radicado.

-Lo más llamativo de su gestión del pasado año es el beneficio. ¿De dónde procede?

-Se debe fundamentalmente a dos factores, uno de ellos el aumento del un 10% del volumen de negocio. Esto se debe a la evolución de la caja en la provincia y nuestra velocidad de crucero. Hemos elevado nuestra cuota de mercado más de un uno por ciento en los últimos años (este año ha sido del 2%,) y a las nuevas oportunidades y operaciones que estamos realizando en el entorno de la expansión, en León y Valladolid.

-¿Y el segundo factor?

-El segundo factor está en los activos dudosos, dotados de manera importante en los años anteriores, hoy, como consecuencia de la mejora general en la economía, ya no son tan necesarias.

-¿Dónde están las clave del aumento del volumen de negocio en unos momentos de intereses tan bajos?

-Se está produciendo un cambio en la mentalidad general modificando el ambiente de pesimismo que existía hasta ahora porque, aunque continúan las dificultades y muchas personas tienen problemas, en términos generales, la economía está dando un giro positivo. Todos los parámetros macroeconómicos llevan un periodo mejorando y tienen que repercutir de alguna forma en la base: la microeconomía (las pymes, los autónomos y las familias).

-Qué cuota de mercado tienen en Zamora.

-Estamos cerca del 35% de cuota de mercado de activo en Zamora, y consiguiendo una proyección importante en León donde ya tenemos activos por más de 185 millones de euros y en Valladolid, con unos 120 millones.

La Caja no se detiene, estamos en evolución constante porque aprovechamos las oportunidades que se nos presentan y recogemos las sinergias de lo que hemos ido sembrando en el transcurso de nuestra trayectoria profesional.

-Con la agricultura en un mal año y el mercado inmobiliario parado, ¿dónde están los nichos de mercado más importantes?

-Ha sido un mal año para la agricultura y esperemos que mejore este 2018 con las lluvias. Caja Rural siempre ha estado al lado de los agricultores y ganaderos zamoranos, por ello, como no podía ser de otra manera, hemos facilitado líneas especiales de financiación en las mejores condiciones del mercado. Tenemos un Departamento agrario que presta un servicio profesional, cercano y eficaz a las explotaciones agroganaderas con un asesoramiento personalizado, único en la provincia. Este hecho, contribuye directamente a que seamos líderes en la tramitación de las ayudas de la PAC en la provincia con un 50% de las solicitudes. El negocio de la Caja no está centrado en ninguna actividad económica concreta, trabajamos con todos los sectores, somos una banca multisectorial. En el mundo de la construcción hay algún pequeño movimiento, fundamentalmente en las grandes ciudades que, como sucede siempre, de manera progresiva se trasladará a las más pequeñas. En Valladolid estamos acometiendo algunas inversiones inmobiliarias, en León también y en Zamora también estamos financiando alguna promoción.

-¿Y la industria?

-En ese sector, la Caja Rural de Zamora somos una entidad de referencia. Muchas de las iniciativas industriales que surgen se dirigen de forma directa a nosotros. Hemos participado en la financiación de casi todas las industrias de mayor o menor tamaño que se están incorporando o van a hacerlo en un futuro en la provincia. Nuestra filosofía de motor económico no va a cambiar nunca, y procuramos facilitar a todo el mundo que venga a Zamora la financiación para desarrollar riqueza y puestos de trabajo, pilares del desarrollo zamorano.

-¿El modelo bancario es una de las claves de su éxito?

-Nuestro modelo está más que contrastado. Hemos tenido una purga de entidades financieras estos últimos años. Esta crisis, ha eliminado un importante número del sector bancario, en particular, bancos y cajas mucho más grandes. Algunos podían pensar que nosotros ya no estaríamos aquí en estos momentos. Que si lo estemos, acredita que nuestro modelo tiene todo el fundamento del mundo. Además, pensamos que cuanto más grandes sean los bancos, más razón de ser tenemos nosotros. Hemos sido capaces, sin ninguna ayuda, de subsistir en unos momentos complejos y muy delicados. Y lo importante no son sólo los resultados de este año, sino que llevamos una trayectoria muy positiva. Tenemos una filosofía conservadora, prudente y con unas bases de negocio consistentes con visión a medio y largo plazo.

-El balance de Caja Rural contiene un sin fin de cifras. Pero, ¿qué parámetros son los que indican la buena salud de la entidad?

-Hay tres factores fundamentales que determinan la situación de una entidad financiera: la solvencia, la eficiencia y la liquidez. Liquidez es el dinero que tiene la caja disponible para poder invertir, en nuestro caso, hablamos de 700 millones de euros, que es una ratio importante. La solvencia es la consistencia que tiene la Caja por sus recursos particulares, no de los clientes. Son las reservas que vienen del beneficio acumulado y que este año, tras la asamblea general pasarán a ser 170 millones de euros. Nuestra ratio de solvencia está en un 15,5% y el requerimiento mínimo del Banco de España es del 8%, es decir, tenemos casi el doble de lo que el Banco de España requiere para que una entidad financiera pueda operar.

-¿Y la eficiencia, también se puede medir?

-La eficiencia es la gestión de la caja, representa cuánto dinero ganamos en función del gasto. Esta caja gasta 44 euros para ganar cien. Lógicamente, cuanto menos gastemos más eficientes somos. Estamos entre las primeras entidades financieras a nivel nacional comparándonos con el conjunto del sistema financiero y tenemos una diferencia a nuestro favor de entre diez y veinte puntos en relación a otras entidades.

-¿Lo más difícil de su negocio es conseguir dinero?

-No. Lo más difícil es ser eficientes porque en la consecución de los beneficios está la consistencia de la Caja, y significa el dinero que vamos incrementando a las reservas. Para nosotros conseguir dinero no es lo más complicado, simplemente, la confianza que transmitimos, por la firmeza de la entidad, nos aporta recursos tanto de los particulares como del mercado financiero. Si necesitas acudir al mercado financiero para adquirir dinero, lo primero que te solicitan es saber cuál es tu situación de solvencia para poderte prestar, recurras al Banco Central Europeo o te dirijas al ámbito particular. Es el factor teóricamente más fácil de resolver teniendo la solvencia y la credibilidad suficiente.

-¿La estructura bancaria del país está estabilizada o seguirán los cambios, sobre todo por la banca de Internet?

-Quedan pocos bancos, aunque todavía parece que puede haber algún movimiento "tectónico" entre los grandes. La digitalización de la sociedad en general y las entidades financieras en particular, está a la orden del día y en Caja Rural también estamos comprometidos en facilitar a los clientes los mejores medios telemáticos y digitales. De hecho, nuestros sistemas informáticos son de primer nivel, similares a los que ofrece la gran banca.

-No obstante, siguen abriendo oficinas físicas.

-Seguimos abriendo oficinas cuando los demás las cierran y contratando nuevos profesionales. Entendemos que siendo imprescindible la mejora de la digitalización, hemos de tener una presencia física, con el fin de contactar con los clientes porque nuestro mayor activo son las personas: sus ilusiones y proyectos.

-¿Les va bien esa política? -Nos va bien, siendo un esfuerzo adicional, nos compensa. El aumento de volumen de negocio viene como consecuencia de la maduración de las oficinas de nueva apertura, que lógicamente, no empiezan a dar resultados desde el primer día. También es importante el elemento confianza. Uno piensa, a veces, si no estaremos equivocados al hacer lo contrario que los demás. Pero, creo sinceramente que no y de hecho, no nos va nada mal.

-El balance social también mejora con los beneficios.

-Si hay beneficios el balance social se fortalece y podemos acometer más iniciativas. Nuestra filosofía por otra parte, es seguir en esa línea de apoyo a todo tipo de proyectos de la sociedad.

-¿Cuantos años cumple la Fundación Caja Rural?

-Veinte. Yo creo que la Fundación ha sido un elemento diferenciador de la entidad. Supuso una aportación al ámbito socio-cultural y científico en el que la Caja no había tenido presencia hasta ese momento. La Caja siempre estará agradecida a la magnífica labor del doctor José Miguel Diego Gómez.

-¿Cree que esa imagen les ha beneficiado?

-Ha habido un elemento diferenciador que la sociedad zamorana ha percibido en estos veinte años y la Fundación, ha sido un elemento determinante para cambiar la idea de lo que representa Caja Rural en ciertos sectores donde éramos menos activos. No sé si hay muchas iniciativas que lleven veinte años y que estén en funcionamiento, ahora bien, nuestra Fundación intenta satisfacer las demandas de todos los sectores socioculturales.

-¿Por qué le gusta hablar tan poco del Zamora 10, a pesar de que Caja Rural está muy implicada?

-Porque no es mi responsabilidad directa, ya que la iniciativa tiene un gerente que es quien ejerce, con buen criterio, la portavocia del proyecto y nosotros solo somos uno más. Sigo pensando que Zamora 10 es una iniciativa muy importante para nuestra provincia, en la que, si vamos todos de buena fe, tiene que tener un resultado muy positivo. Si vamos todos juntos seguro que aportará muchas cosas a Zamora, pero si nos ponemos trabas o zancadillas no prosperaremos. Cuanto más claro tengamos el fin donde queremos llegar, aunque lo tengamos que discutir, el proyecto se va a fortalecer. Si nosotros no tenemos las ideas claras o no decimos lo que pensamos, los proyectos no avanzarán, debilitamos a la iniciativa y lo que representamos. Todos y cada uno de nosotros debemos de estar a la altura de la responsabilidad que ostentamos. Es imprescindible la unidad de todos los zamoranos para conseguir nuestro progreso y desarrollo.

Parece que algunos de los proyectos que hemos puesto sobre la mesa, y que algunos de ellos se están ralentizando en el tiempo, están apareciendo en la escena en otros territorios limítrofes, lo que nos da a entender que nuestras iniciativas tienen mucho sentido común y no debemos abandonarlas para que otros las lleven a cabo antes que nosotros.

Por todo ello, conseguir la unidad de todos los sectores de la sociedad zamorana con el apoyo imprescindible de las fuerzas políticas e instituciones es vital, urgente y necesario para el progreso de Zamora.