Los pies, los grandes olvidados del cuerpo humano, tienen problemas que podrían evitarse con un cuidado sencillo, como puede ser una buena higiene, elegir el calzado correcto o evitar calcetines que provoquen rozaduras. El experto Ángel Sanz García, profesor de la Escuela de Enfermería del Campus Viriato de Zamora, desveló esta semana las atenciones básicas con las que se pueden evitar muchas consultas al podólogo, especialista al que hay que acudir, por otra parte, en cuanto haya alguna señal de alerta en las extremidades inferiores.

-¿Se preocupa la población lo suficiente por sus pies?

-Los pies son los gran olvidados en esta historia, solo nos preocupamos de ellos cuando nos originan algún problema.

- ¿A qué se puede deber esa dejadez?

-Poca gente los cuida de forma preventiva y trata de mantenerlos en perfectas condiciones. En términos generales, esa dejadez tiene mucho que ver con el hecho de que los pies no se ven, no los mostramos en público, los llevamos escondidos, los llevamos guardados.

-¿Qué problemas puede tener el no preocuparse por la salud de los pies?

-El no preocuparse por la salud de los pies puede llegar a ocasionarnos graves trastornos que afectan de manera directa a la actividad física, llegando al extremo de dejarnos postrados todo el día en el sofá viendo la televisión, con los riesgos que ello conlleva. Y no lo digo por la televisión, que también (sonríe).

-¿Los problemas afectan más a la población mayor o hay que tener cuidado también con los niños en edades tempranas?

-Los problemas cambian con la edad. Los cambios fisiológicos que se producen en el organismo con el paso de los años, como obesidad, artrosis, problemas circulatorios o incluso pérdida de agudeza visual, hacen que estas personas sean más vulnerables a determinados procesos patológicos en el pie, desde metatarsalgias hasta dedos en garra o hiperqueratosis.

-¿Cuáles son los problemas más habituales en la población?

-Lo más habitual es encontrarnos con helomas dorsales de los dedos, es decir, callos, así como dolor a nivel de las articulaciones metatarso-falángicas, las denominadas metatarsalgias, sobre todo por disminución de la almohadilla plantar a ese nivel, hiperqueratosis o durezas, diversos problemas relacionados con las uñas, desde onicocriptosis hasta onicogrifosis u onicolisis. También hay que tener en cuenta el tipo de pie que presenta el paciente, ya sea pie plano o cavo. Por otra parte, alguna vez podemos observar algún caso de papilomatosis plantar. En edades tempranas es conveniente observar sobre todo la deambulación del niño, ver el tipo de pie que tiene y valorar la prescripción de posibles medidas ortopédicas.

-¿Cómo evoluciona el pie con el paso de los años y cómo repercute en el caminar estos cambios?

-El pie, con los años, pierde elasticidad, se modifica la regulación hídrica, las articulaciones se hacen más rígidas, el pie tiende a aplanarse o incluso puede cambiar el tamaño. Todo esto repercute en la marcha, en el caminar: disminuye la velocidad, la longitud del paso, se prolonga la fase bipodal, se pierde el balanceo de los brazos... Todo ello hace que se adopte una actitud cautelosa al andar.

-¿Qué características debe tener el calzado ideal?

-Sería bastante prolijo considerar todos los aspectos que van unidos a este tema: uso que se le va a dar al calzado, peso y flexibilidad, horma y forma, tipo de piso o suelo, altura del tacón, puntera o la confortabilidad.

-¿Es complicado encontrar esas características en el calzado, las modas no ayudan a un calzado cómodo?

-Las modas van a su aire, cambian continuamente y se renuevan. Sin embargo, nuestros pies no. A veces pueden coincidir, pero la mayoría de las veces tienen intereses contrapuestos. A veces se plantea el dilema: sufrir por estar a la moda o sufrir por no estar a la moda.

-¿Deportes tan extendidos como correr afectan negativamente a los pies, qué cuidados hay que tener si practicas este deporte?

-Las personas cuyo ejercicio físico se basa sobre todo en el correr, lo que actualmente se conoce como running, deben observar una mayor preocupación por sus pies ya que, por decirlo así, estos se usan más, trabajan más. Es importante, en especial, el calzado, para encontrar el más adecuado.

-¿Qué opina del "natural running", correr con calzado sin apenas amortiguación, que se ha popularizado en los últimos años?

-No estamos acostumbrados a ir descalzos por la vida y ello nos ha llevado a cambiar la forma de correr, nos ha cambiado la forma de impactar de nuestros pies con el suelo. La almohadilla plantar a nivel del talón no puede amortiguar dicho impacto, con lo cual hay que entrar con el metatarso o parte delantera del pie. Por otro lado, aparte de perder la protección de la zapatilla, estamos indefensos ante los elementos que encontramos en el suelo, la piel es débil y pueden surgir ampollas, heridas y sobrecargamos diversos grupos musculares. A pesar de tener sus defensores, posiblemente pesen más sus inconvenientes que sus ventajas.

-¿Las plantillas solucionan la mayoría de los problemas, ayudan realmente a corregir posturas y formas de caminar?

-Las plantillas ortopédicas en ocasiones pueden solucionar problemas podológicos, como metatarsalgias o el espolón calcáneo, por ejemplo. Otras veces tienen un efecto paliativo que ayuda a corregir la postura, el dolor u otros problemas asociados al tipo de pie que se presenta.

-¿Cuáles son los cuidados básicos para mantener los pies en buena forma?

-En principio, es fundamental tener en cuenta la higiene. Se deben lavar muy bien los pies, las uñas y los espacios interdigitales. Posteriormente, es preciso secarlos bien en previsión de posibles micosis, hidratarlos y, si podemos, realizar un pequeño masaje. Hay que tener especial cuidado con las uñas y cortarlas correctamente. Se deben utilizar calcetines que no sean de fibra sintética, ya que favorecen la transpiración, y sin costuras, para evitar rozaduras. Se debería usar calzado adecuado en todos los aspectos a considerar con especial atención a los tacones y a la puntera o hacer ejercicios específicos para la musculatura del pie. Por otra parte, no hay que olvidar la protección de los pies en lugares públicos húmedos. Y, para terminar, y quizás lo más importante, consultar y acudir al podólogo cuando sospechemos o tengamos cualquier problema en los pies