La denominada "celebración del aprendizaje" volvió a abrir las puertas del colegio María Inmaculada a las familias. Se trata de una actividad que pone fin a cada proyecto interdisciplinar y recibe la visita de los padres para que sean sus propios hijos quienes compartan con ellos todo lo aprendido. "Suelen estar muy nerviosos, porque tienen muchas ganas de mostrar lo conseguido. Y lo hacen sin un guión, orgullosos de enseñar a sus padres este aprendizaje. De hecho, los propios niños son más conscientes de su proceso de aprendizaje", explica la directora del centro, Marta Martín, quien valora que esta actividad dé un giro a la visión que se tiene de la escuela. "Los padres ya no solo vienen a interesarse por cómo se está portando su hijo, la cultura de aprendizaje cambia completamente y se abre el colegio para momentos felices como este", subraya.

En un proyecto en el que se implica todo el colegio, desde los pequeños de infantil hasta los alumnos de secundaria -en diferentes niveles, según los cursos- el tema central en esta ocasión ha sido la ciencia. Desde investigaciones sobre la vida de algunos inventores hasta la realización de experimentos o incluso la construcción de robots, se han implicado las diferentes asignaturas para desarrollar el temario.

"Es muy importante aprender a trabajar con el método científico", indica la directora. De esta manera, en infantil y primaria los profesores se han centrado más en las ciencias naturales y en lo científico, basándose en inventos y experimentos. "Han podido ver con sus propios ojos cómo suceden las cosas y por qué", justifica Martín.

Los mayores, por su parte, han estado más centrados en la robótica "para aprender ciertos procesos mentales matemáticos que normalmente se adquieren a través de los tradicionales problemas. Pero para estos estudiantes, el poder programar un robot de forma creativa, y sobre todo a través de una libertad de aprendizaje, es más motivante", asegura Marta Martín. Una original forma de seguir aprendiendo.