Los veinte litros de nieve caídos en apenas quince horas durante el pasado miércoles han pesado y mucho. Tanto, que decenas de árboles alrededor de toda la ciudad no han podido aguantar más y han cedido ante la presión ejercida en sus ramas. El bosque de Valorio es un auténtico campo de obstáculos mientras los operarios municipales se afanan en retirar todos los troncos caídos. Lo mismo ocurre en el parque de San Martín, donde árboles enteros han sido derribados de raíz por el peso de sus copas y su avanzado estado de descomposición. La Aldehuela tampoco ha escapado a la tempestad y el río Duero se ve más crecido que en los últimos meses. Zamora, sin duda, ha sufrido las consecuencias del primer gran temporal del año.

Los viandantes y ciclistas que utilizan Valorio para sus rutas de fin de semana se han encontrado con una carrera de obstáculos. Las ramas caídas a causa la presión ejercida por la nieve han cegado los senderos e impedido el paso a cualquiera que por allí transitara. Los empleados del servicio municipal de parques y jardines han trabajado sin descanso durante estos últimos días, pero las consecuencias del temporal aún son visibles. Y es que, según ellos mismos explican, la tormenta de nieve y viento ha sido demasiado para aquellos árboles enfermos o viejos, que no han podido resistir tanto peso sobre sus copas y han terminado por ceder.

La estampa se ha repetido en diferentes puntos de la ciudad, como el parque de San Martín, donde un árbol ha caído de cuajo por su avanzado estado de descomposición imperceptible a simple vista. En La Aldehuela también se amontonan ramas caídas a lo largo de toda la vera del Duero, que igualmente ha conocido los efectos del temporal. De hecho, el nivel del río ha subido considerablemente y se puede ver de manera clara en la zona de Los Pelambres, donde el agua se ha metido sin preguntar en la pasarela que va hacia el espacio habilitado para el baño fluvial.

Vistas las consecuencias del temporal en el medio ambiente, se puede determinar que el Ayuntamiento no era el único que no estaba preparado para esta copiosa tormenta de nieve.