"Me arrepiento totalmente, pido perdón a los perjudicados por la relación de mucha confianza que han depositado en mí. He puesto lo que tengo a disposición para pagar". El empleado de la entidad de ahorro, actualmente Banco Ceiss, de iniciales F. A., con esas palabras ponía fin al juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial en el que se le acusa de apropiación indebida de 61.000 euros en el año 2015, cuando extrajo de las cuentas de dos clientes y del cajero automático. La Fiscalía exige por ese delito la imposición de un año de prisión y 540 euros de multa, al aplicar las atenuantes de arrepentimiento y de reconocimiento de los hechos.

La misma pena solicitan los abogados de la acusación particular, salvo la letrada de la entidad financiera que mantiene los 6 años de prisión exigidos inicialmente por el "grave perjuicio causado a la caja, que ha perdido credibilidad, y a los perjudicados", así como por el abuso de confianza mostrado con los dos titulares de las cuentas que manipuló, uno de ellos cliente desde hacía 10 años.

La abogada de la entidad echó en cara al imputado que durante tres años no haya puesto a disposición de los perjudicados el dinero que se llevó de sus cuentas, en el caso de un anciano, en dos extracciones de 3.000 euros, y en el de la mujer, una emigrante portuguesa, de 31.000 euros, una cliente que acudía solo una vez al año a la oficina para sacar la cantidad que consideraba necesaria para irse de vacaciones. Los 24.000 euros que se llevó de la entidad cuando debería haberlo depositarlos en el cajero. El dinero lo ingresó en cuentas de dos familiares.

El procesado relató ayer que el mismo día que se quedó los 24.000 euros decidió contárselo al subdirector de la oficina y a un compañero a las 20.30 horas para advertirles de que cuando hicieran el arqueo faltaría esa cantidad, circunstancia que trasladaron por teléfono al director hacia las 23.30 horas de ese día. Responsables de realizar las auditorías en León se desplazaron hasta Zamora al día siguiente para que llevaran a cabo el arqueo.

En cuanto a la apropiación del dinero de los clientes, el acusado contabilizaba los reintegros en las cuentas, por lo que no era necesario firmar ningún documento que acreditara las extracciones, declaró el director de la entidad.

El imputado, vecino de Zamora capital, ha ingresado ya 26.000 euros para resarcir a los perjudicados por su conducta, además de poner a disposición de la justicia en este mes de marzo un plan de pensiones que tiene de 61.500 euros, y un plan de pensiones que podrá recatar en breve de 9.000 euros para hacer frente a la responsabilidad civil e indemnizaciones.