Durante los últimos días, el Ayuntamiento de Zamora y la Subdelegación del Gobierno han mantenido un debate en los medios sobre quién ostenta la responsabilidad acerca del botellón, sin que ninguna de las dos instituciones haya dado un paso adelante para solventar la situación. Los vecinos del Casco Histórico, conscientes de que solo ambas administraciones pueden poner coto al problema, han decidido quitar hierro al asunto. "Creemos que la competencia es compartida entre todas las fuerzas de seguridad y deben estar todos unidos. Hay que trabajar en equipo y velar por la seguridad de los ciudadanos", asegura Carmen Núñez. "Nosotros hemos hablado con el Ayuntamiento de Zamora y con la Subdelegación. Y los dos están de acuerdo en que ambos tienen competencias", afirma la presidenta.

Lo que también han dejado claro los afectados del Casco Histórico es que, si en algunas manos no está la solución, es precisamente en las de los vecinos. "Nosotros no tenemos ideas ni posibilidad de hacer nada, eso es trabajo de las fuerzas del orden. Tanto el alcalde como el subdelegado saben que cuentan con nuestro apoyo en las decisiones que tomen sobre la disuasión de la gente para el botellón del Jueves Santo, pero de ahí no podemos pasar porque la tarea corresponde tanto a la Policía Municipal como a la Policía Nacional", señala.