La carretera que más restricciones al tráfico va a sufrir en 2018 en toda la provincia es la N-631 en su tramo entre San Cebrián de Castro y Rionegro del Puente. Esta vía, principal canal de comunicación con Sanabria, acumulará aún más días de prohibición que la N-122 entre Zamora y Trabazos. De hecho, los vehículos pesados y especiales tendrán vetada la entrada durante todos los sábados, domingos y festivos de todo el verano, así como a lo largo de toda la Semana Santa. En el mes de junio, además, se prohibirá circular todos los sábados. Y los puentes, por último, estarán blindados durante su duración completa y no únicamente en los días especiales de operación salida y operación regreso.

En toda España, de hecho, solo existe un tramo en la red de carreteras -tanto principales como secundarias- que acumula más restricciones que estos 68 kilómetros que separan San Cebrián de Castro de Rionegro del Puente entre la N-525 y la N-631. Se trata de la autovía A-8 que une las localidades cántabras de Laredo y Castro Urdiales y que permanecerán cerradas al tráfico de vehículos pesados durante las principales festividades existentes a lo largo del año y otro tipo de operaciones relacionadas con el turismo que se mantiene en esta zona trascendental para la circulación de vehículos en pleno corredor del Cantábrico.

Cuando concluya el estudio de impacto ambiental de la autovía A-11 entre Zamora y la frontera portuguesa, esta próxima primavera, se habrán consumido nada menos que 15 años de trámites para el desdoblamiento de la N-122, ya que fue el 2 de julio del año 2003 cuando la Dirección General de Carreteras adjudicó a una unión temporal de empresas la asistencia técnica para la construcción del estudio informativo de la autovía entre la futura Ronda Norte de Zamora y la frontera con Portugal. En enero de 2004, la Dirección General de Carreteras remitió a la de Calidad y Evaluación Ambiental la memoria resumen para consultas ambientales de la primera fase con el fin de iniciar el procedimiento de evaluación de impacto ambiental y el 5 de febrero de ese mismo año se inició el periodo de consultas dentro de este mismo trámite.

Un año después, en octubre de 2005, la Dirección General de Carreteras sometía a información pública los estudios informativo y de impacto ambiental, ante el que se presentaron 28 alegaciones. Año y medio después, en abril de 2007, la Secretaría General para la Prevención del Cambio Climático emitía la declaración de impacto ambiental y se aprobaba el estudio informativo.

Al objeto de facilitar la construcción de los proyectos y su posterior ejecución, se procedió a dividir el espacio en cuatro tramos diferenciados y la redacción de los proyectos fue licitada y adjudicada. En marzo de 2009 se adjudicó el trazado de la A-11 entre Fonfría y Alcañices, así como el existente entre Ricobayo y Fonfría. Y posteriormente se hizo lo propio con el tramo entre la Ronda Norte de Zamora y Ricobayo, así como el que discurre entre Alcañices y la frontera portuguesa. No obstante, en 2010 llegó la crisis económica y se paralizaron las inversiones en todo el país, por lo que la Dirección General de Carreteras suspendió temporalmente estos cuatro proyectos, hasta el levantamiento de su suspensión cinco años más tarde, en el curso 2015.