El coste total al que se enfrentan las personas que tienen calefacción central en sus viviendas puede sufrir serias variaciones. Dependiendo de la distribución de las tuberías del agua caliente puede que sea necesario instalar un medidor individual o uno en cada radiador. Si todo el sistema de calefacción entra por una misma tubería al interior de la vivienda, en principio bastaría con un medidor. Sin embargo, si el tubo de la calefacción no tiene una única entrada a la vivienda, si no que conecta los radiadores de todas las habitaciones -en vertical- del inmueble, puede ser necesaria la instalación de un medidor por radiador, lo que dispararía los gastos.

Costes aparte, lo que está claro es que con la instalación de estos medidores -el Ministerio de Energía aún tiene que dar las pautas para acometer la instalación y los plazos para hacerlo- cada vecino pagará por la calefacción que realmente usa. Son frecuentes las disputas vecinales de propietarios que no viven en el inmueble o que pasan largas temporadas fuera y que se ven obligados a pagar en concepto de calefacción tanto como las personas que residen habitualmente. Se calcula que alrededor de 1,7 millones de hogares en España se verán afectados por esta medida. Todos son antiguos. Desde 2009 la instalación debe ser, por ley, individual, aunque en la práctica esto ya se hacía desde hace un buen número de años.