No es la primera vez que el tema se pone sobre la mesa, pero parece que esta vez va en serio. El Gobierno ha sacado del "cajón de los olvidos" la Directiva Europea sobre eficiencia energética que se aparcó hace más de un año por la situación política del momento. Con "tirón de orejas" de Bruselas incluido, el Ejecutivo sacará una normativa para obligar a los propietarios de los pisos que tienen calefacción central a que instalen medidores individuales en sus viviendas.

No hay datos definitivos sobre el número de familias que se verán afectadas en Zamora, pero sí existen cifras que permiten hacerse una idea de la magnitud de la medida. La provincia tiene alrededor de quinientos edificios que todavía hoy funcionan con calderas de calefacción central. La mayoría de ellos están en la capital, donde la presencia de bloques de viviendas es más relevante -ya que la obligatoriedad de instalar medidores individuales no afecta a las viviendas unifamiliares que pueblan las localidades más pequeñas de la provincia-. No hay datos certeros de las familias que viven en estos 500 edificios, pero si se tiene por bueno que cada bloque está habitado con 7 u 8 familias, como poco, la cifra total ascendería a unas 4.000. Se trata, eso sí se sabe, de edificios antiguos, porque los más modernos cuentan con sistemas de calefacción individuales. Esto apunta a que muchos de ellos están habitados por personas mayores.

El gasto en el que incurran las viviendas puede ser elevado porque el dispositivo que se tiene que instalar tiene un coste de unos 40 euros y puede que deba ser colocado en todos los radiadores de la casa. Los expertos en el tema indican que los ahorros que se conseguirán con esta medida son significativos. La idea es acabar con la imagen "habitual" de inquilinos que tienen ventanas abiertas en pleno invierno debido a la alta temperatura a la que tienen prefijada la calefacción. En los sistemas centrales en los que no se puede regular la temperatura del agua es habitual que unos pisos, los más próximos a la sala de calderas, tengan una temperatura en casa mucho mayor que los que están más lejos del generador de calor. Ahora cada propietario será el que decide cuánto quiere gastar y a qué temperatura desea mantener su vivienda durante los meses de invierno.