Tesla ha irrumpido con fuerza en la actualidad de los zamoranos. La posibilidad de que el gigante americano del motor eléctrico desembarque en la provincia ha generado ríos de tinta y se ha colado entre los temas habituales de tertulia para los ciudadanos. El territorio, ávido de una gran industria que salve el oscuro futuro de las generaciones presentes y también el de las venideras, se ha encomendado a Elon Musk del mismo modo que Jesucristo encomendó su espíritu en las manos de Dios. Pero, ¿qué hay de cierto en todo este revuelo? La verdad, la única hasta el momento, es que Zamora se ha inscrito en una competición a cara de perro en la que ya participan una veintena de provincias del país. La gran mayoría de ellas, pertenecientes a la denominada "España vacía". La empresa, por el momento, solo ha dicho que "en un futuro" abriría una fábrica en Europa. Pero nunca ha hablado de territorios ni de plazos.

Palencia, Soria, Ourense, Córdoba, Valencia, Pontevedra, León, Almería, Ciudad Real, Ávila, Huelva, Valladolid, Cádiz. Todas estas provincias, entre otras, aspiran a seducir a Tesla para lograr que la fábrica que la empresa quiere abrir en Europa recale en sus territorios. Una gran parte de ellas, la mayoría, pertenece a la popularizada como "España vacía", que no deja de ser un eufemismo de la "España pobre". Y en esta dura pugna también se ha colado Zamora. La Diputación Provincial y el Ayuntamiento de la capital trabajarán mano a mano para que los americanos escojan esta tierra en su aventura transatlántica. Aunque, incluso dentro de la provincia, ya comienzan a surgir discordias, puesto que cada comarca quiere arrimar el ascua a su sardina.

Zamora tiene mucho trabajo por delante para conseguir el éxito en esta difícil empresa. Palencia, por ejemplo, comenzó a movilizarse en el año 2016, inmediatamente después de que Tesla anunciara su expansión hacia el viejo continente. En Paterna (Valencia), han creado una campaña bajo el eslogan "Spain loves Tesla", con página web incluida, en la que cuentan a Elon Musk las bondades de su candidatura. Almería, por su parte, ha aunado a las fuerzas políticas, sociales, educativas y económicas para postularse como mejor lugar posible de cara a albergar la factoría. En Lucena, Córdoba, el alcalde ha enviado una misiva al presidente de la empresa para detallarle punto por punto el espíritu emprendedor de su localidad y sus posibilidades para el desarrollo. Y en Soria, por terminar con los ejemplos, ha sido la propia sociedad la que ha iniciado la lucha y ya han conseguido recoger más de 16.000 firmas, prácticamente la mitad de la población de aquella capital, para que su Consistorio mueva ficha e inicie contactos con la firma de Palo Alto.

Lo cierto es que el simple anuncio de Tesla en el que afirmaba su intención de expandir el negocio en el mercado europeo ha desatado una cascada de reacciones que, solo en Castilla y León, ha llegado a seis de las nueve provincias. Tanto ha sido así, que desde la propia Junta han pedido mesura y "seriedad" dados los movimientos de los diferentes ayuntamientos y diputaciones de la región. El viceconsejero de Economía y Competitividad, Carlos Martín Tobalina, ya ha lanzado un mensaje claro a los dirigentes provinciales y locales. "Tesla no abrirá más plantas en Europa hasta que no haya más demanda de vehículos eléctricos, así que hay que tener seriedad y hablar con fundamento", ha señalado. La Junta de Castilla y León, de hecho, ha incidido en que la multinacional norteamericana "no tiene confirmada ninguna inversión ni en Castilla y León, ni en España".

¿Y Tesla, qué dice? Pues, de momento, nada. El anuncio existió e inmediatamente comenzó a sonar España como uno de los países europeos con más probabilidades de albergar la deseada fábrica. Se dijo, incluso, que Castilla y León podría estar entre los lugares mejor posicionados. Pero desde Palo Alto no ha habido mayor comunicación. Lo que sí ha habido es mucho ruido, tanto en España como fuera de las fronteras. Países como Portugal, Francia, Holanda, Finlandia o Lituania se ven con posibilidades de atraer al gigante americano.

La provincia de Zamora, por lo tanto, tiene una dura competencia por delante para conseguir hacerse con una fábrica que, de llegar a este territorio, cambiaría por completo su panorama socioeconómico. Ahora bien, si los árboles comienzan a impedir ver el bosque, Tesla podría convertirse en la Fasa del siglo XXI.