Una de las obras cumbre de la pintura española está presente en Zamora. Una reproducción del original de Las Meninas que pintase Diego Velázquez en el año 1656, los zamoranos la pueden contemplar desde ayer en dependencias del NH Palacio del Duero en un diálogo con otras interpretaciones del cuadro.

El autor de esta increíble copia, por el dominio de la técnica y por sus características, es el prestigioso artista Félix de la Concha, un creador que entre sus cartas de presentación figura la querencia de pintar del natural. Y esta máxima también la ha seguido en el caso de su proyecto de Las Meninas pese a vivir en Estados Unidos, pese a los 7.116 kilómetros de distancia desde su estudio al Museo del Prado porque las nuevas tecnologías le han permitido acceder al cuadro en alta resolución.

"En 2010 me planteé hacer una reproducción de Las Meninas, tal y como pudiera verla a través de reproducciones desde Iowa, donde resido, y coincidió que Google Earth en unión con el Museo del Prado había descargado en altísima resolución este cuadro", explica al artista que remarca: "Cuando comencé con este proyecto desconocía a qué tipo de reproducción tendría acceso y quería ver cómo lo podía copiar".

La excelente resolución de la imagen hizo que optara por ver el cuadro con un mayor detalle, en 140 fragmentos para enfrentarse a la "parcialidad de la reproducción" porque "la imagen la puedes ampliar lo que quieras en el ordenador hasta poder apreciar las fibras, hasta apreciar la trama y la urdimbre", describe.

Tras plantear toda la estructura a tamaño real (más de tres metros de ancho y más de dos metros y medio de alto) Félix de la Concha comenzó a copiar la cara de la infanta Margarita y percibió que pintando con luz natural "salía más cálido" de lo que él lo recordaba. Probó a trabajar con luz artificial para finalmente decantarse por copiar con iluminación artificial.

El pintor leonés ha copiado pincelada por pincelada el cuadro original, la pieza tal y como estaba antes de su destrucción parcial en el incendio del Alcázar, según documentación que ha recabado, lo que ha conllevado que el centro lo ocupen ahora Felipe IV y su esposa, mientras que en el lienzo conocido lo haga la infanta Margarita. Además, los centímetros de óleo que ha añadido De la Concha en la parte de la izquierda siguen la línea cromática del cuadro, donde hasta pueden apreciarse las costuras de los tres paños que conforman Las Meninas.

La exhibición en Zamora llega de la mano del arquitecto Francisco Somoza, un apasionado de Las Meninas, que conoce el proceso desde sus primeros pasos y que ha querido que la obra se exhiba en la ciudad por primera vez.

El montaje de los 140 fragmentos que integran "Las Meninas desde una luz artificial" lo ha realizado un equipo integrado por una docena de personas durante seis días de trabajo en el taller de Rearasa. "En el resultado final he apreciado menos diferencia de lo que me esperaba", asevera De la Concha.

"Velázquez transita por la vida con el deseo de dignificar la pintura, que hasta entonces era una artesanía, y esa actitud moderna y renovadora Félix de la Concha la retoma", considera el arquitecto Francisco Somoza que estima que el artista trata Las Meninas como "un objeto en el que se refleja cada uno de los aspectos que ese cuadro contiene con independencia de la intención del propio Velázquez".

Una obra de arte extraordinaria, que permanecerán muchos meses en Zamora, que permite al espectador adentrarse en el universo de Velázquez y en la historia de la pintura a través de nuevas observaciones y de las nuevas tecnologías.