En constante evolución para adaptarse a los gustos y a la tecnología, la música ha encontrado contemporánea ha encontrado un filón en un fenómeno muy concreto: las colaboraciones. Antaño, el mercado discográfico -siempre complejo para los nuevos talentos- obligaba a crearse un nombre y defender una trayectoria en solitario, con escasas excepciones. Hoy -con más incertidumbre que nunca por la irrupción de la transformación digital y la crisis discográfica- los músicos se buscan, mezclan su talento y dan a luz interesantes fusiones de personalidades y estilos.

Es el caso del zamorano Luis Antonio Pedraza, que ha comenzado un intenso año 2018 poniendo la flauta de tres agujeros y el tamboril a disposición de la Banda de Música "Ciudad de Oviedo" para, en compañía de la panderetera y vocalista Eva Tejedor, enhebrar la sintonía del Camino Primitivo de Santiago.

Dicha senda, considerada la primera ruta jacobea, une precisamente Oviedo con Santiago. Aunque este proyecto, en realidad, es ejemplo de la unión de las músicas asturiana y zamorana. "Es un virtuoso, no conozco a nadie que toque como él. Un músico sobresaliente con formación clásica". Así define David Colado, director de la banda "Ciudad de Oviedo", al tamborilero zamorano. "Pedraza aporta, junto a la flauta pastoril, la zanfona y el tamboril, y eso le da un toque más medieval, precisa Colado. Pero también hay otra zamorana en este proyecto, al menos de ascendencia. Se trata de la panderetera y vocalista Eva Tejedor, cuyos padres son naturales de Rihonor de Castilla. Al mando del grupo "Les Pandereteres", es la "licencia" que se ha permitido el director asturiano, dentro de la adaptación de una obra que ya fue ensayada en septiembre, dentro del festival "Bandas en el camino".

Las grabaciones que han comenzado a efectuarse están destinadas al lanzamiento del disco "Camino de Santiago", un proyecto que "traspasa las fronteras asturianas".

Rivas y Mateos

Para el zamorano Luis Antonio Pedraza, la oportunidad "significa avanzar en un proyecto que comenzó hace tres años, compartiendo escenario con muchas bandas de música". Se refiere el tamborilero a "Rebambalancha", su segundo disco y la "fusión" con la que ha llamado la atención de muchos aficionados a la música: la mezcla de la flauta de tres agujeros con una banda completa. Lo más positivo es que tras las partituras de estas composiciones también hay sangre zamorana. El pentagrama ha sido escrito por los zamoranos David Rivas y Miguel Mateos.