La llamada ITV de viviendas, prueba obligatoria que deben pasar los inmuebles de más de cuarenta años para asegurar sus correctas condiciones de habitabilidad, ha cosechado un sonoro fracaso en Zamora. De las más de tres mil viviendas que, según los datos de la Junta, tienen más de cuatro décadas de vida a sus espaldas, solo 75 se han sometido a las pruebas. Además, hay menos de un 20% de aprobados.

En este nuevo año la "pelea" se encuentra en los municipios de Castilla y León de entre 5.000 y 20.000 habitantes, que deben requerir a los propietarios de edificios con más de 40 años que pasen la ITE. En Zamora, la aplicación de la norma comienza en Benavente. Su puesta en marcha es obligatoria en 72 municipios menores de 20.000 habitantes, si bien en 54 se exige la "parcial", que solo afecta a construcciones en bloque, y en 18 la completa, al igual que en las ciudades mayores de 20.000 habitantes.

Según explicaron a Ical fuentes del Instituto de la Construcción de Castilla y León, los "alumnos más aventajados" se encargarán de hacer pedagogía entre los consistorios más reticentes a obligar a los propietarios de edificios a realizar las inspecciones. Una de las principales dificultades es la elaboración de un censo, a partir de los datos del Catastro, lo que ha llevado a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente a encargar a esta organización su puesta en marcha para evitar que los municipios tiren la toalla.

De la misma forma, los ayuntamientos de mayor tamaño mostrarán al resto que poner en marcha estas inspecciones, al igual que las de los vehículos, no resta votos, uno de los principales temores de los alcaldes. El Instituto de la Construcción recalca que es una "obligación" que además tiene un impacto "positivo" sobre el parque de edificios, la actividad económica y la imagen de la localidad.

En concreto, en la última convocatoria de las ayudas de la Junta para la rehabilitación edificatoria, más de la mitad de las subvenciones se concedieron en la ciudad de Burgos, a proyectos que surgieron a partir de las deficiencias encontradas en los exámenes técnicos. En el lado opuesto se situó Zamora, donde las ITE no se llevan a cabo de forma regular.

Por ello, para este nuevo año, la Junta y el Instituto de la Construcción de Castilla y León se marcan como reto que las inspecciones de edificios se implanten en el 50 o 60 por ciento de los municipios de entre 5.000 y 20.000 habitantes. Para ello, se les ofrecerá el asesoramiento y los medios técnicos necesarios para que puedan poner en marcha el modelo y sean "proactivos".

El 66% de las inspecciones previstas en las ordenanzas municipales ya se han completado en Castilla y León, un porcentaje que se reduce hasta el 43% en el caso del censo de edificios mayor de 40 años. Además, el 83% de las revisiones practicadas en la comunidad se cerró con un resultado favorable, por lo que solo el 17 por ciento tuvo que acometer reformas para que el inmueble cumpliera las condiciones exigidas de seguridad, salubridad y ornato. Los datos regionales poco tienen que ver con los registrados en Zamora.

La ciudad de León es el municipio de Castilla y León más aventajado en esta materia, con 5.296 revisiones, por lo que su parque residencial casi se encuentra al día en las inspecciones (6.041 en ordenanzas de un total de 6.385). Le sigue Valladolid, con 5.296, aunque representan solo la mitad de las 10.569 previstas. A continuación figura Burgos con 5.369, de las 6.041; Ávila, con 3.191, el 82,99% del total, y Salamanca, con 2.257 de las 2.475 programadas por el Ayuntamiento.

Por otra parte, la Comunidad de Madrid ha recurrido al Instituto de la Construcción de Castilla y León para diseñar su registro de viviendas para las inspecciones técnica, por lo que seguirá el modelo de la comunidad. Aunque el Ayuntamiento de la capital de España fue el pionero en esta materia, el resto del territorio madrileño no presenta un grado de avance de estas revisiones como el Castilla y León.