Zamora es, tras León, la provincia de la comunidad donde más caro les sale a las compañías de seguro cada parte fraudulento, una media de 1.365 euros por siniestro, si bien es cierto que este tipo de estafa o picaresca se estila menos que en otros lugares y menos del 5% de los partes (exactamente el 4,6%) resulta que son mentira. Son los datos del Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos que elabora la compañía Línea Directa.

Y según la compañía son los hombres jóvenes de 18 a 24 años desempleados o con trabajos precarios los más proclives a engañar a sus aseguradoras. Los hombres cometen más fraude que las mujeres, "fundamentalmente para tener el coche impoluto y son más categóricos a la hora de afirmar que no se arrepienten de los fraudes cometidos. Las mujeres, por su parte, simulan más lesiones que los hombres, desconocen más las consecuencias jurídicas de las estafas" y suelen engañar a sus compañías "porque necesitan el dinero".

El 3,5% de los conductores encuestados en Castilla y León reconoce de forma espontánea haber engañado a su aseguradora. Y el porcentaje sube al 19% de los conductores, uno de cada cinco, los que estarían dispuestos a cometer un fraude al seguro si tuviera la certeza de que no les iban a descubrir.

El estudio llama la atención sobre la existencia de mafias especializadas en estafar a los seguros, pero que operan más en zonas como Murcia, Almería y Jaén, mientras que no parecen haber llegado aún a Castilla y León. Utilizan tácticas como circular por el carril exterior de una rotonda provocando deliberadamente la colisión con otros coches o siniestros fingidos por el dueño de un taller que repara los vehículos y, además, cobra la indemnización por lesiones porque los coches están asegurados a nombre de su mujer sin que ésta lo sepa. Hay incluso familias que viven exclusivamente de estafar al seguro de auto.

Los tipos de fraudes son variados. En unos casos se trata de comunicar una información falsa a la hora de contratar el seguro con una compañía para que nos salga más barato; otras veces se trata de un engaño en solitario o con la colaboración de terceros para recibir indemnizaciones a las que no se tiene derecho; y otra modalidad es la de acciones fraudulentas de colaboradores para obtener beneficios económicos.

Nueve de cada diez euros estafados en los seguros corresponde al sector del automóvil. Subió mucho con la crisis, si bien con la recuperación económica no ha bajado, sino que "ha llegado para quedarse". Seis de cada cien partes de accidente son falsos, cifra que se ha multiplicado por 3,5 desde el año 2009.

La mayor parte del fraude, el 93,5% de los casos, se centra en los daños materiales de los vehículos y un 6,5% en los daños materiales, si bien estos últimos tienen un coste mucho mayor, de 15.543 euros por siniestro, 50 veces más que los daños "de chapa" (309 euros de media). El 80% de los fraudes consisten en incluir daños que tenía ya el coche como si se hubieran producido en el siniestro que se reclama, modalidad que es, además, la que más está creciendo. Un 12,09% de los casos son montajes para cobrar el seguro, un 2,2% hurtos simulados, un 1,94% presupuestos de reparación inflados, un 1,41% falsas averías, y el 1,31% ocultación de un positivo en la prueba de alcoholemia.