La Catedral con la torre del Salvador o la archiconocida cúpula gallonada, el Puente de Piedra , las iglesias románicas o las antiguas aceñas son algunos de los elementos más característicos de la denominada joya del Duero, la capital zamorana, que vuelve una vez más a "fundirse" con el río, esta vez en forma de original mural, en un espacio mucho más original: la estación del sistema automático de información hidrológica (SAIH).

Es en esta pequeña caseta, propiedad de la Confederación Hidrográfica del Duero ubicada en el paseo de La Aldehuela, junto al tramo del carril bici que transcurre junto al río, más allá del paseo de los Tres Árboles, donde se ha ideado este mural, como homenaje a la ciudad.

Para la Confederación, este trabajo ayuda a integrar esta instalación en el paisaje de la ribera y destaca en su contenido "la estrecha relación entre la capital y el principal curso fluvial de la cuenca".

La misión de esta estación es medir el caudal del Duero a su paso por la ciudad de Zamora junto a otros parámetros, y se haya junto a la carretera de La Aldehuela, en una zona habitualmente utilizada por los ciudadanos tanto para uso deportivo como de ocio, por lo que serán muchos los que puedan "disfrutar" de esta singular pintura, recreación de los principales atractivos de la ciudad.

Este mural, que recubre las tres fachadas de la construcción -salvo la que mira al río- ha sido elaborado por dos alumnos de Artes y Oficios que han estado trabajando desde la pasada semana en el proyecto, que aúna una trama urbana representativa de la ciudad y una joven de una larga cabellera que emerge del río, como visión alegórica de la unión entre el Duero y la capital.

No es la primera vez que la Confederación Hidrográfica del Duero colabora con una iniciativa de estas características, ya que en el Arlanzón, a su paso por Burgos, también se ha pintado recientemente un mural con diversos animales y vegetales sobre la antigua compuerta de la presa de Fuentes Blancas.