Desde la orquídea salvaje silvestre hasta el bambú, el ciruelo florido o el crisantemo. La sencillez y belleza de la naturaleza a través de la visión oriental fue el motor del taller impartido ayer por el artista Miguel Elías, que enseñó a la veintena de alumnos que se acercaron a esta actividad cómo crear de manera delicada estos elementos en el Museo Etnográfico de Castilla y León.

Papel, tinta y pincel son los instrumentos necesarios para elaborar auténticas bellezas. El secreto está en vaciar y llenar, dejar que la mente baile de espacio en espacio, evitar que el pincel domine la mano, controlar el trazo y acompasarlo incluso con la respiración. Algo que se tarda años en conseguir, siempre imitando al maestro y confiando en sus enseñanzas. El pensamiento oriental nada tiene que ver con la visión occidental del arte y este sencillos dibujos son buena muestra de ello. Los propios alumnos del taller se asombraron de lo que fueron capaces de conseguir en tan solo cuatro horas de aprendizaje.

"Durante mi aprendizaje yo no creaba, sino que copiaba a mi maestro, aprendía de él. Y si le gustaba, me firmaba él mismo la obra", explica Elías, quien desgrana las enseñanzas que también aportan los propios elementos, como la fuerza que tiene una orquídea a pesar de su aparente fragilidad o que el bambú nunca se quiebra.

Habrá una segunda sesión sobre este arte oriental el próximo domingo, 28 de enero, también en horario de 10.00 a 14.00 horas, con un coste de 5 euros y plazas limitadas.