La idea de que la humanización de la medicina también cura, y la necesidad de que sea toda la sociedad y no solo la familia la que se implique en apoyo de los bebés que pueden nacer con problemas y secuelas para toda la vida son dos de las ideas que dejó ayer en Zamora la neonatóloga del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla Pepa Aguayo, quien impartió una conferencia en Zamora sobre la humanización neonatal en la adversidad. No es partidaria del parto en casa porque, dice, en España, no se dan las condiciones de seguridad que requiere.

-¿A veces se contrapone lo que son las necesidades de los cuidados médicos, la ciencia, con la humanización de la asistencia?

-Personalmente creo que no hay ninguna contraposición. Tenemos que ir al lado, de la mano o conjugando el papel científico técnico sin dejar el soporte de vinculación afectivo, emocional, y todo el proceso de humanización. Es verdad que la época de los 50 o los 60 fue mucho el avance tecnológico, pero sin embargo no iba acompañado con el proceso de humanización, que realmente también cura y necesitamos cuidar.

-¿Vamos hacia ese objetivo?

-Si, aunque tampoco hace falta ir tan despacio en el proceso, cuando sabemos que es la manera de cuidar y la forma del proceso de nacer ante un niño que puede tener una adversidad importante, como puede ser una enfermedad grave o una prematuridad. Efectivamente, hay que darle todo el soporte intensivo, científico y técnico que precise, sin olvidar la parte psicoafectiva y emocional, ética y de soporte familiar. Y si me apura en un significado más extremo espiritual también.

-¿Cuáles son los principales motivos de complicacioens en los neonatos?

-Dentro de la prematuridad hay dos situaciones muy adversas, una es el ingreso, y necesariamente la separación y otro en términos de apego y lactancia, el no tener los reflejos suficientes como para nutrirse de manera biológica. Entonces hay que atenerse al soporte nutricional parenteral, enteral que puede tener todo el soporte de una unidad de cuidados intensivos como puede ser la del adulto, aunque en esta la perosna puede ser autónoma, tener conciencia de lo que le está pasando y en el caso de los bebés son, por definición incapaces y dependientes. Tanto la familia como los cuidadores somos los que tenemos que velar por el mejor interés de los derechos del menor.

-¿Con qué peso se puede sacar adelante un niño?

-Los límites de la viabilidad pueden estar definidos entre las 23 y 24 semanas lo que rondaría los 500 gramos de peso al nacimiento. Pero hay que ver no sólo el nivel de supervivencia, sino como es esa supervivencia, si somos capaces de lograr evitar las secuelas o las menos posibles. Y por otra parte los niños que nacen con una dependencia que luego les va a acompañar durante su vida, ser capaces como sociedad de abordarlo. No es solo la familia, sino toda la sociedad la que se tiene que enfrentar a ese proceso.

-Con la ley de dependencia, por ejemplo.

-A veces cuando la gente hablamos de la ley de dependencia nunca pensamos en un recién nacido, y un porcentaje, no muy grande gracias a Dios, pero nada despreciable, también tiene que ver con los recién nacidos que tienen algún tipo de discapacidad, vulnerabilidad en este caso. No es lo mismo tener una discapacidad en una franja de edad donde ya hemos culminado nuestra vida, de alguna forma a tenerla al inicio de la vida.Es una responsabildiad social que tiene que asumir toda la sociedad en su conjunto.

-¿Es partidaria del parto en casa?

-No soy muy partidaria. Haría falta una gran infraestructura para poder dar soporte a ese tipo de práctica de una forma segura. No estamos en un país nórdico donde podemos llevar a cabo el proceso. Soy más partidaria de humanizar, normalizar, no medicalizar el parto en el hospital que en sí llevar el parto a casa. No es algo que desprecie, pero es que la balanza ahora mismo no se inclina hacia ese lado, sobre todo en mujeres que tengan algún problema específico. La embarazada totalmente autónoma que quiera tomar esa decisión libre, consensuada, que quiera parir en casa, está claro que hay que asumir ese riesgo. Pero la mayoría de las mujeres, desde luego cuando hay algún problmea no se implican en un parto domiciliario. Pero la sanidad pública no creo que ahora mismo pueda ofertar el parto en casa a nivel universal y con el 100% de seguridad.